Audición Avantgarde Duo XD en Sound&Pixel
Música en directo
Tenía muchas ganas de probar un sistema de altavoces con “bocinas” –’horns’ en inglés– y los alemanes de Avantgarde son una excelente muestra de ese concepto, pues llevan muchos años desarrollándolas, y además lo hacen desde una perspectiva totalmente moderna y tecnológica, potenciando las posibilidades técnicas que ofrecen este tipo de altavoces y aplicándolas a diseños que conjuguen un rendimiento acorde con lo que los aficionados esperan de una caja en el siglo XXI. Desde luego que a simple vista las Avantgarde se ven modernas y contrastan con otros diseños de bocinas mucho más tradicionales. Para esta prueba nos acercamos de la mano de Ernesto Guilló, alma mater de Armonía Hifi, a las instalaciones del importador Sound&Pixel en cuya sala de audición disfrutamos del modelo Avantgarde Duo XD.
Sistema Avantgarde y Moon
Las cajas protagonistas eran pues, dentro del extenso catálogo del fabricante germano, las Avantgarde Duo XD. El modelo “Duo” lleva 22 años en producción y esta versión incorpora un módulo de graves activo de nuevo cuño, con total posibilidad de ajuste como veremos enseguida. Son cajas de tres vías y el nombre “Duo” hace referencia a que lleva dos bocinas, una para agudos y una para medios, y aunque hay modelos más grandes, la verdad es que ya imponen bastante con su tamaño y 95 kg de peso unitario…
La bocina de agudos es de 18 cm de diámetro y 85 mm de longitud y monta un altavoz de 25 mm de diámetro con imán de ferrita. Su filtro es minimalista, de hecho es un solo condensador, aunque hace uso del sistema patentado por Avantgarde llamado CPC que consiste en polarizar dicho condensador de forma externa para minimizar la distorsión que pudiera generar.
La bocina de medios es la protagonista visual de la caja, con sus 67 cm de diámetro máximo por 37 cm de profundidad, dentro de la cual hay un altavoz de 170 mm con imán Alnico que no lleva ningún tipo de filtro: es atacado directamente por el amplificador. Gracias a la ausencia de filtro, a los altavoces utilizados y por supuesto al beneficio en rendimiento al usar bocinas, las Avantgarde Duo XD ofecen una sensibilidad extraordinariamente alta, de 107 dB nada menos –en realidad se declara “superior a 107 dB”–, lo que combinado con una impedancia notablemente elevada de 18 Ohm promedios, las convierte en cajas ideales para amplificadores de pequeña aunque exquisita potencia.
Las dos bocinas se encargan de las frecuencias a partir de 170 Hz y hasta 20kHz, por debajo lo que tenemos es el módulo inferior que incorpora dos altavoces dinámicos de 12 pulgadas amplificados por una etapa en cada caja de 1.000 W, y con un completo sistema de control totalmente programable, tanto desde el panel trasero –cuenta con una pantalla para ello– como a distancia –tiene conexión Ethernet para el ordenador remoto que utilicemos–. Este módulo es capaz de reproducir frecuencias desde 18 hasta 350 Hz, es decir, que podremos elegir cómo “fundir” su transición hacia la bocina de medios, que recordemos empieza hacia 170 Hz.
Para esta audición usamos electrónica de lo mejorcito de la canadiense Moon de Simaudio: el amplificador integrado Evolution 700i con el DAC y reproductor en red Evolution 780D, alimentado por la fuente mejorada Evolution 820S, todo cableado con WireWorld.
Audición: música en directo
Con estas cajas no sólo cuenta el ajuste físico en la sala, que por suerte no hizo falta pues ya estaban en su sitio –¿ya he dicho que pesa 95 kg cada una?–, sino también puede ser importante el ajuste del módulo de graves, como fue en nuestro caso. Partiendo de la curva que recomienda el fabricante, enseguida apreciamos que la sala de Sound&Pixel era capaz de absorber con voracidad frecuencias bajas y se hizo necesario aumentar algo la ganancia, y también se agradeció un ligero retoque que su técnico Javier Orta había dado a la curva original, añadiendo algo de “peso” en la parte más baja del espectro y “estirando” el corte hacia la bocina de medios para mejorar la integración tal cual estaba la sala.
A partir de ese momento pasé a estar inmerso durante unas horas en el mundo de la escucha de un sistema de altavoces con bocinas, una experiencia que creo cualquier aficionado debería probar más de una vez. Hace falta cierta adaptación inicialmente, ajustes aparte, porque uno está habituado a escuchar cajas cuyo rendimiento suele rondar los 85 o 90 dB como mucho… y los 107 dB –¡o más!– de rendimiento de las Avantgarde Duo es otro universo.
Para que nos entendamos con una metáfora práctica, la sensibilidad de una caja viene a ser como el peso de un vehículo: aunque un coche de 1.000 kg y 100 CV tendrá la misma relación peso/potencia que uno de 1.500 kg y 150 CV, las sensaciones no serán para nada similares, el ligero será mucho más ágil, y ya no hablemos si bajamos a 500 kg aunque sea con sólo 50 CV –quien haya probado un monoplaza de carreras incluso sencillo sabrá a qué me refiero–. Como mi apreciado Mick Doohan –pluricampeón de 500cc– solía decir, “mejor 1 kg menos que 1 CV más”… Esto, volviendo a las cajas, significa exactamente eso, que es mejor una caja de rendimiento algo más alto que un amplificador más potente.
¿Mejor en qué? Pues en algo que suele escapar a los sistemas de audio incluso de mucho nivel en relación al evento real en directo: darle “vida” a la música, darle dinámica. Las Avantgarde consiguen eso, vaya que sí, en algunos momentos es incluso sobrecogedor. Con un piano, alguna pulsación de una tecla suena tan dinámica y viva que dirías que lo tienes delante, y quien haya escuchado un piano real de cerca sabe lo difícil, por no decir imposible, que es para cualquier sistema de sonido igualar eso. Lo mismo puedo decir de una “simple” guitarra acústica, pues en algunos cortes sentías los dedos sobre las cuerdas con una viveza impresionante.
Otra cosa que me llamó mucho la atención fue la capacidad de las Avantgarde para “desaparecer”. Bastante sorprendente dado su tamaño o el de las bocinas en vistoso blanco –aunque hay colores todavía más llamativos en el catálogo–. Las cajas las escuché situadas apenas separadas un metro desde su frontal a la pared trasera, pero desplegaban una escena sonora muy ancha y con buena sensación de profundidad, y en ningún momento sentías que las fuentes sonoras eran, precisamente, las bocinas, sino que el sonido parecía proceder de cada punto en el espacio como correspondía a la grabación. La dispersión también es muy buena porque apenas hay cambios tímbricos moviéndonos en la sala, o levantándonos sin más del asiento de escucha.
Una vez aclimatado a lo que daban de sí las Avantgarde con los Moon empecé mi habitual “viaje” con cortes musicales habituales, y suelo empezar con vocalistas de jazz y algún aria barroca. Aquí las alemanas me dejaron un sabor agridulce, pues por una parte reproducían la música con ese extra de viveza tan bienvenido, con apertura, con gran claridad, pero esa claridad en las voces, en particular las femeninas, podía ponerse en ocasiones al borde de lo analítico. Aprecias muy bien las inflexiones de la voz, esa maravillosa dinámica, y aprecias cada pequeño sonido de su acompañamiento, desde el aire en torno a un platillo hasta el ruido de una hoja de partitura al pasar página, incluso el siseo de la grabación analógica original –en su caso– se hace más obvio, pero a veces me faltaba un punto más de dulzura en la voz en sí, algo más en voces femeninas que en masculinas curiosamente. Fue mi único “pero” en esta audición, lo único que me apartó de la felicidad auditiva absoluta: me quedé con ganas de cambiar el amplificador Moon por alguno de válvulas –la alta sensibilidad de las Avantgarde lo cierto es que invita a ello– porque hay mucha magia en potencia.
Las voces masculinas sin embargo sonaron convincentes, enérgicas, detalladas, estupendas, ya fuera en obras barrocas, en ópera italiana o en piezas contemporáneas de música moderna. Y hablando de voces, el inefable coro de Cantate Domino lo reprodujeron las Duo XD absolutamente tremendo de fuerza, de amplitud, de altura, libre de distorsión, bravísimo.
Un tema que esperaba con ganas porque suelo usarlo para probar precisamente la dinámica del equipo probado es el “Live in America” de Paco de Lucía, y las Avantgarde no decepcionaron. Brutal es la palabra que describe cómo sentías los ataques del tristemente desaparecido guitarrista gaditano y las palmas de sus acompañantes. Poco menos puedo decir de mis cortes favoritos del grupo Dead Can Dance: las percusiones sonaban reales como el directo, demostrando qué bien siguen en velocidad los altavoces de graves autoamplificados a las eficaces bocinas. Y otro tanto al pasar a una marcha más alta con Dire Straits, qué enérgico pero a la vez qué bien centrada la voz Mark Knopfler. La vida que las Avantgarde dan a los instrumentos te anima a explorar cosas que hace tiempo no escuchas, y por ejemplo disfruté como no recordaba de algún tema de Jesse Cook (guitarras)… genial.
La baja distorsión percibida con las Duo XD y el ánimo de estarlas escuchando “en exclusiva” me hicieron moderar menos de lo habitual con el volumen, pero la ventaja de su dinámica entrega es precisamente lo contrario, es decir, que nos dejan apreciar la “vida” de la música grabada sin necesitar subir el volumen a niveles poco recomendables. Según parece funcionan bien en espacios reducidos, algo que me creo viendo cómo desaparecían acústicamente, pero son cajas que si disponemos del sitio –y “permiso” por su estética controvertida aunque en persona ganan mucho– ofrecen un sonido único. Además tienen un rendimiento muy alto, ideal para combinarlas con la que –para algunos– es la mejor amplificación existente: válvulas, es decir triodos, single-end. Para ellos éste será el único camino posible, para los demás el sonido de las Avantgarde es una adictiva alternativa muy a tener en cuenta.
Equipo en audición
- Lector óptico Cambridge Audio CXU (1.199 euros)
- Fuente: DAC y streamer Moon Evolution 780D (11.999 euros)
- Alimentación fuente digital Moon Evolution 820S (5.799 euros)
- Amplificador Integrado Moon Evolution 700i (10.999 euros)
- Altavoces Avantgarde Duo XD (28.500 euros)
- Cableado WireWorld
Armonía Hifi
914 497 981 | 653 974 421 | info@armoniahi-fi.com
c/Copenhague, 12. Acceso posterior – Edificio Tifan – Sala 209.
28232. Las Rozas (Madrid).
