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Bowers & Wilkins 603 S3: Tecnología punta y calidad de fabricación High End para el buque insignia de una familia de cajas acústicas “superventas” emblemática

El protagonista del presente análisis es el número uno de la renovada -¡ya la octava generación, que se dice pronto!- Serie 600 de Bowers & Wilkins, alias Serie 600 S3. Una esbelta columna que responde al nombre de 603 S y sobre la que descansa una enorme responsabilidad: mantener intacta la llama del éxito, empezando por el comercial, de la que ahora mismo es la segunda familia de cajas acústicas “en activo” más longeva de la legendaria firma de Worthing (Reino Unido), después de la icónica (término que se utiliza con demasiada ligereza, cierto, pero que en este caso va como anillo al dedo) Serie 800, la incombustible gama de referencia de la marca cuyas diferentes iteraciones (80, Matrix 800, Nautilus 800, 800 Diamond D1 a D4) llevan más de 40 años (desde 1988 con la Matrix 801 para ser exactos) presidiendo las salas de control de estudios de grabación tan legendarios como los londinenses Abbey Road Studios y por lo tanto dando cuerpo a música que luego se escuchará en todo el mundo.

Resulta absolutamente fundamental entender la vinculación que hay entre las “familias” 800 y 600 por cuanto la enorme aceptación y excepcional difusión de la segunda está íntimamente relacionada con el continuo progreso tecnológico de la primera y, en consecuencia con un elemento fundamental de la filosofía de Bowers & Wilkins en pos de su búsqueda del “Sonido Verdadero” y su traslación al máximo número de aficionados, inicialmente de la música pero desde hace ya un buen par de décadas también de las películas, posible: el sistemático y estudiadísimo “goteo” hacia gamas asequibles de tecnologías inicialmente destinadas a la élite de la marca, todo ello en el contexto de una calidad de fabricación que no cesa de aumentar. De ahí que la 603 S3 pueda definirse sin reservas como un espléndido compendio de la historia de la compañía fundada por John Bowers puesto al alcance de todos los públicos.

Honrando un “bestseller” del audio cuya trayectoria vital empezó en 1991

Ya les adelanto que el presente va a ser un banco de pruebas estrictamente enfocado al producto que lo protagoniza, entre otras cosas porque hemos preferido dejar la componente “histórica” del mismo para un artículo dedicado que publicaremos en breve. Aún así, no viene de más recordar que la primera edición de la Serie 600 de Bowers & Wilkins llegó al mercado en 1991 y por tanto coincidiendo con el 25º aniversario de la marca (¡todavía me acuerdo de la magnífica Silver Signature, creada para celebrarlo!). Mucho ha llovido desde entonces tanto en tendencias del mercado como en tecnología, pero en la firma británica siempre han tenido muy claro, parafraseando al premio Nobel de Literatura Herman Hesse, que “El tiempo pasa, la sabiduría permanece”, de modo que la segunda siempre ha seguido con elegancia al primero con el objetivo de ofrecer a los aficionados ese “Sonido Verdadero” al que antes me refería y, como elemento diferenciador clave, hacerlo por el precio más competitivo posible. Un objetivo, en realidad casi una “misión”, que la protagonista de estas líneas cumple con una elegancia y contundencia extremas.

Acorde con una presencia física estilizadísima, la calidad de fabricación de la 603 S3 es extraordinaria. A destacar los terminales de conexión 100% metálicos, un detalle verdaderamente exquisito en una caja acústica de esta categoría.

La 603 S3 es, como decía al principio, el buque insignia de la renovada Serie 600 de Bowers & Wilkins, compuesta por cuatro modelos y cuya presentación en sociedad tuvo lugar el pasado 23 de agosto. Estamos ante una columna muy estilizada de la que destaca en primer lugar el perfeccionismo constructivo extremo de su recinto, de forma paralelepipédica y embellecido por una base (plinto) que otorga al conjunto un indiscutible punto de clase, refinamiento. De hecho, las aristas “cortan” en el sentido literal del término, reflejo de unas más que estrictas tolerancias de fabricación que en cualquier caso no son ninguna novedad en Bowers & Wilkins. Lo pude comprobar de primera mano en mi última visita (de ello hace ahora un par de años) al cuartel general de la compañía en Worthing, no tanto por el proceso de producción de las “600” en sí (que se lleva a cabo en Extremo Oriente bajo la supervisión de ingenieros británicos) sino por la potencia del Departamento de Metrología, auténtica “sala de torturas” para fabricantes de todo tipo de componentes que quieran trabajar con la marca y garantía última de que se mantenga la excelencia en cada modelo.

Una sofisticada tecnología de cúpula que responde al nombre “Titanium Dome” constituye una de las principales aportaciones “ingenieriles” del buque insignia de la nueva declinación -¡octava generación!- de la Serie 600 de Bowers & Wilkins.

Entremos ya en los detalles, previo recordatorio de un factor esencial tanto en nuestra invitada como en sus compañeras de gama: el hecho de que, en sintonía con la filosofía de Bowers & Wilkins, la nueva Serie 600 S3 “bebe” en gran (de hecho, grandísima) medida de innovaciones “inspiradas” (este es el término empleado por la marca) en la gama inmediatamente superior, es decir la Serie 700 S3, lo que incrementa automáticamente su relación calidad/precio y, por lo menos sobre el papel (luego veremos que también que en la práctica) su musicalidad. Concretando un poco, hay que señalar en primer lugar el uso de titanio en el diafragma del tweeter, algo que en principio podría resultar sorprendente en una marca que siempre ha optado por el aluminio para el componente en cuestión. La razón hay que buscarla, como siempre, en la singularidad tecnológica de Bowers & Wilkins, que nunca deja cabos sueltos al respecto. De ahí que la gracia del nuevo altavoz de agudos, bautizado con el nombre de la innovadora cúpula que incluye, “Titanium Dome”, sea la combinación del mencionado diafragma de titanio con la tradicional carga en recinto tubular terminado en punta (el celebérrimo “Tubo Nautilus”), aunque ahora sustancialmente alargado y montado en una placa de dimensiones optimizadas (“importaciones” ambas de la Serie 700 S3) y una nueva y vistosa rejilla protectora metálica cuyo patrón ha sido diseñado para maximizar la transparencia acústica. 

De la “Titanium Dome” hay que decir asimismo que monta un doble sistema de desacoplo puesto a punto por Bowers & Wilkins hace unos años pocos y utilizado en modelos como la excelente 603 S2 Anniversary. Se trata de un sistema que facilita, mediante la incorporación de componentes dispuestos estratégicamente, el control de las no-linealidades de funcionamiento y la suavización de la curva de respuesta en frecuencia, que con un punto de corte superior situado en 28.000 Hz y una frecuencia de ruptura desplazada hasta más allá de 35.000 Hz hace que nuestra invitada se ponga a la hora del audio “Hi-Res” más exigente. Volviendo al transductor en sí, señalemos que su estructura consta de dos partes: por un lado una cúpula principal extremadamente delgada y ligera pero muy rígida de 25 micras de grosor reforzada por un anillo de titanio de 30 micras de espesor. Por su parte, la zona media es confiada a un transductor de última generación que incorpora dos auténticos “clásicos modernos“  de la ingeniería de Bowers & Wilkins: el exclusivo cono de fibras entrelazadas Continuum y la Tecnología de Suspensión Periférica Fija o FST, habiedo sido el conjunto corregido y aumentado mediante la adición de un motor magnético idéntico al empleado en la Serie 700 S3, con lo que ello comporta en superior capacidad de manejo de potencia y menor distorsión. Por su parte, los dos woofers de nuestra invitada combinan los siempre efectivos conos de papel tratado con, de nuevo, motores magnéticos importados de la mencionada Serie 700 S3. Lógicamente, también la circuitería encargada de gestionar el conjunto de transductores descrito ha sido objeto de mejoras, de las que Bowers & Wilkins subraya el uso de condensadores de desacoplo mejorados (de nuevo, idénticos a los de la Serie 700). A efectos prácticos, el combinado de sensibilidad e impedancia mínima disponible (90 dB/W/m+3 ohmios) sugiere que la 603 S3 no será una caja acústica particularmente “difícil” de atacar.

Cono Continuum+suspensión periférica fija+motor magnético “importado” de la Serie 700 S3: una receta exclusiva para ofrecer medios High End en un sistema de altavoces de vocación claramente democrática.

Otro detalle que me ha gustado mucho de la 603 S3 es el uso de terminales de conexión (dos parejas a fin de facilitar el bicableado) metálicos de alta calidad (otra más que acertada “importación” de la Serie 700 S3) que le permiten marcar la diferencia con tantos y tantos modelos de alta calidad, que prefieren optar por el plástico (y de paso joderlo todo en términos de sensación de exclusividad y, si me apuran, también de musicalidad).

Al igual que el transductor de medios, los dos woofers de la 603 S3 se benefician de un motor magnético mejorado que les permite exhibir una profundidad y una pegada superiores sin perder precisión tonal.

En cuanto al recinto, del que al principio subrayaba su excepcionalidad constructiva, me gustaría destacar el notable grosor del panel en el que se montan los transductores, la reducción de las distancias que separan a los mismos con el fin de lograr una imagen estereofónica más creíble y el uso de refuerzos internos mejorados mediante el uso de madera de calidad superior. Ya para finaliza me gustaría señalar otro elemento con una influencia determinante en el aspecto visual de la 603 S3: el uso de un puerto Flowport “inspirado” en la Serie 700 S3, que permite ganar delgadez sin sacrificar prestaciones.

 

Como pueden ver, Bowers & Wilkins ha aplicado una vez más la receta que tanto éxito lleva dándole desde hace décadas: incorporar en sus nuevos modelos múltiples mejoras previamente contrastadas que necesariamente se plasman en una musicalidad superior. 

Un sonido extraordinariamente (e inesperadamente) polivalente 

Antes de proceder a la prueba de escucha de nuestra invitada, Andrés Márquez, Product Manager de Bowers & Wilkins para nuestro país, se “disculpó” por no haber preparado a tal efecto el amplificador integrado estereofónico y el reproductor digital de la Serie 10 de Marantz, dos electrónicas fabulosas, utilizando en su lugar el lector de discos compactos CD 60 y el amplificador integrado estereofónico con reproductor de música en red incorporado MODEL 40n de la misma marca. Una “excusa” plenamente justificada en términos de rigor puro, hay que reconocerlo, ya que la mejor manera de evaluar el potencial de una caja acústica es atacándola con el mejor amplificador de la galaxia, pero por otro lado hay que anteponer el mundo real al ideal, por lo que en términos prácticos la combinación elegida me pareció más que acertada.

El cuidado puesto por los ingenieros de Bowers & Wilkins en la 603 S3 se refleja en el alto grado de elaboración del filtro divisor de frecuencias, dividido en dos circuitos para maximizar la transparencia global y optimizar la conexión en bicableado.

Realizamos la escucha con una cuidada selección de temas en formato digital tanto físico como “desmaterializado” para ver lo que la 603 S3 daba de sí, y hay que reconocer que estamos ante una caja acústica que se desenvuelve muy bien con todo tipo de géneros musicales y, muy importante, preservando la precisión tonal a niveles de volumen muy respetables. Empecemos con un tema especialmente “cañero” que viene como anillo al dedo para evaluar parámetros tan apreciados por la inmensa mayoría de entusiastas del audio como la pegada/extensión en graves y la gama dinámica: el “Seeya featuring Colleen D’Agostino”, del DJ y productor canadiense deadmau5. Tenía muy reciente las particularidades sonoras de este tema como consecuencia de la relativamente reciente evaluación de las formidables 801 D4 Signature y la verdad es que la 603 S3 consiguió dar el “do de pecho” con el mismo, preservando el equilibrio tonal y, también, la compostura. ¡Un puntazo! Más “fácil” fue la escucha de ese “superclásico audiófilo” (escuchado mil veces en ferias especializadas y tiendas) que es el “No Sanctuary Here” del tristemente desaparecido músico estadounidense Chris Jones, con la poderosa voz perfectamente ubicada delante nuestro y la parte instrumental impolutamente transcrita. Otro “superclásico” musical y audiófilo, en este caso ya para aficionados entre veteranos y muy veteranos, el “You Look Good To Me” del legendario álbum “We Get Requests” del Oscar Peterson Trio, me pareció magníficamente equilibrado en riqueza tonal y capacidad de discriminación, aunque con una componentes espacial algo menguada (que siempre se puede reajustar cambiando la posición de las cajas) que en mi opinión es fruto d ela única carencia “conceptual” de nuestra invitada: el montaje del tweeter en un recinto situado encima del bloque principal. Ya sé que no soy muy “sabio” diciendo esto por cuanto tal incorporación supondría cargarse la relación calidad/precio de la 603 S3, pero por otro lado justo es apuntarlo, aunque sólo sea “con lápiz”.

La 603 S3 está pensada para que pueda ser excitada sin problemas por un amplio repertorio de electrónicas pero, como siempre, si se apuesta por la calidad y una buena reserva de capacidad dinámica los beneficios se hacen notar de inmediato.

Finalizamos nuestra prueba con la escucha de dos “cortes” radicalmente opuestos. En primer lugar, las fantásticas Sonatas para Piano K.283 y K.331 de Wolfrang Amadeus Mozart interpretadas por Ivo Pogorelich, que certificaron el excelente trabajo hecho por los ingenieros de Bowers & Wilkins en el transductor de medios y la pertinente circuitería de filtrado. En segundo lugar, el tema “Antigravity” del álbum “Trust” de SONH, expresamente recomendado por Andy Kerr, Director de Marketing y Comunicación de la firma británica para evaluar nuestra invitada. No es mi tipo de músico favorito pero hay que reconocer que el tema de marras corrobora la gran capacidad de análisis de la 603 S3 y, fundamental en mi opinión, su excelente precisión tonal, cualidad esa última que, al contrario de lo percibido en generaciones anteriores de la Serie 600, la permite reproducir cómodamente todo tipo de géneros musicales. 

El veredicto: “Sonido Verdadero” con relación calidad/precio monumental

“El primer paso del amante de la música hacia el Sonido Verdadero”. Así tituló Bowers & Wilkins su nota de prensa de la nueva Serie 600 S3 y la realidad es que, por lo menos con la 603 S3, “lo han clavado” gracias a una polivalencia desconocida en modelos de generaciones precedentes fruto de una musicalidad inequívocamente superior.

Ficha técnica

  • Elementos de ingeniería relevantes: tweeter Titanium Dome de Doble Cúpula Desacoplado, altavoz de medios con cono Continuum y tecnología FST, woofers con cono de papel y puerto Flowport de emisión posterior.
  • Configuración: columna bass-reflex de 3 vías/4 altavoces.
  • Altavoces: 2 woofers de 165 mm de diámetro, 1 altavoz de medios de 150 mm y 1 tweeter de 25 mm.
  • Respuesta en frecuencia: 46-28.000 Hz (+/-3 dB).
  • Sensibilidad: 90 dB/W/m.
  • Impedancia nominal: 8 ohmios (mínima de 3 ohmios).
  • Potencia del amplificador asociado: 30-200 W RMS sobre 8 ohmios.
  • Dimensiones: 190 (260 con la base)x985 (1.020 con la base)x340 (368 incluyendo la rejilla protectora y los terminales de conexión; 402 incluyendo la base) mm (An x Al x P). 
  • Peso: 27’5 kg.
  • Precio de venta al público recomendado: 2.300 euros por pareja.
  • Importador: www.bowers-wilkins.es 

 

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