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Gracias al acuerdo de colaboración y distribución de los productos TAD y Bricasti Design (https://hifilivemagazine.com/acuerdo-distribucion-tad-bricasti/ ) y para darlos a conocer a los aficionados en directo, el establecimiento AudioGallery organizó unas jornadas de audiciones junto al importador Exaudio. El sistema estrella fue el que tuvimos oportunidad de escuchar en la sala superior de la tienda, situada en el polígono Európolis de la localidad de Las Rozas de Madrid. Principio y final de este sistema lo componían elementos de la japonesa TAD: la fuente TAD D1000TX y las cajas TAD E1TX Evolution One. Entre ellos, amplificación americana de la mano de Bricasti Design, concretamente el previo M20 y etapa estéreo M25. Recordemos que TAD es una de las marcas mas prestigiosas de altavoces y electrónica de alta gama, fabricados totalmente en Japón: Technical Audio Devices Laboratories empezó como un proyecto profesional de Pioneer en 1975 y se independizó en 2007 como empresa de audio de gama alta dedicada al desarrollo y comercialización de altavoces y componentes de audio. Por su parte Bricasti Design es una marca estadounidense de amplificadores y electrónica fundada por antiguos empleados de Madrigal (Lexicon y Mark Levinson). Ambas son importadas a la península por Exaudio.

Sistema Bricasti y TAD

El reproductor TAD D1000TX es un aparato de lo más completo: además del obvio lector de discos (CD y SACD) que es, visible en el frontal por el esbelto perfil de su bandeja, incorpora entradas digitales (SPDIF, AES/EBU y USB) para poder usar su convertidor DAC interno con otras fuentes… como algún streamer, puesto que ésa es su única “falta” (no tiene reproductor de archivos interno ni conexión a red). También tiene salidas digitales por si queremos usar un DAC aún superior, como sin ir más lejos su propio hermano TAD DA1000TX de idénticas dimensiones y aspecto (bandeja aparte) y especificaciones equivalentes. Eso da muestra, ya antes de escucharlo, de la buena relación prestaciones/precio de esta fuente digital.

El TAD admite cualquier tipo de formato digital hasta DSD256 y PCM 384kHz (USB) y el interfaz USB usa un chip Xilinx con programación propia y reloj de ultra alta precisión local tanto para funciones de DAC como para la lectura de discos por su propio lector. Este transporte es también propio y cuenta con soluciones mecánicas para eliminar vibraciones (un subchasis interno en aluminio de 8 mm) y una bandeja propia de suave accionamiento. Es totalmente silencioso y también de carga y respuesta rápidas. En cuanto a las salidas analógicas, tanto RCA como balanceadas XLR, tienen un control de volumen que permitiría usar el D1000TX como previo atacando directamente etapas o cajas activas. Es esbelto (15 centímetros de alto) pero masivo, con 18,5 kg de peso, que da muestra de su robusto chasis y alimentación interna, con un transformador toroidal digno de un amplificador y transformadores independientes para la parte digital.

La amplificación corría en el sistema por cuenta de electrónicas Bricasti Design, el previo M20 y la etapa estéreo M25. Con dos entradas balanceadas y una RCA, y también dos salidas balanceadas y una RCA, el M20 es un previo minimalista aunque el sistema de control (con mando a distancia y menú en pantalla) permite interesantes opciones de control del nivel de señal, equilibrio entre canales o entre fuentes. Con un chasis fabricado a base de piezas mecanizadas, incluso las dobles cajas interiores que aíslan las cinco diferentes secciones (analógica y alimentación de cada canal y control), el circuito es relativamente sencillo y la clave está en el uso de placas de circuito de material especial (cerámico) y resistencias Vishay para la compleja red que controla el volumen (todo quadruplicado al ser diferencial internamente) en pasos de 1 dB. Las salidas son independientes y, muy interesante para mí que me gustan los previos pasivos y por tanto no entiendo los excesos de ganancia en muchos equipos (que sirven para tener peor control del volumen y más ruido), este previo activo tiene una ganancia de solamente 3 dB. Que nadie se sorprenda pues si escucha con el control de volumen aparentemente “alto” (en realidad menos atenuado) con una fuente normal.

En cuanto a la etapa, en tradicional clase A-B, es un bloque de casi 30 cm de alto y 60 de fondo cuyos 45 kg de peso dejan ver su potencial… por las mediciones que he visto de ésta y otras Bricasti mucho más allá de los 150 vatios declarados a 8 ohmios, y que se duplican según baja la impedancia de carga a la mitad (hasta 600 W a 2 ohmios). También de arquitectura interna totalmente diferencial o balanceada, dispone de 24 transistores bipolares de salida en cada canal atornillados directamente a cada disipador (discretamente camuflado) lateral. Es una etapa tradicional, con un enorme transformador de alimentación y múltiples condensadores de filtrado y reserva de energía, con selección de componentes y diseño de placa estudiado para ser estable hasta mucho más allá del límite de audición (pasa de 150 kHz de respuesta en frecuencia) con muy bajo ruido y distorsión. Esta etapa y el previo tienen algunas reminiscencias por diseño (sencillo y elegante, precioso a mis ojos) o posibilidades a productos Madrigal (de donde procede parte del personal), como el botón de standby que necesita tres pulsaciones para pasar del reposo al pre-calentamiento y por fin a estar activa. O la pantalla matricial del previo, muy Mark Levinson.

Y vamos con las cajas, volvemos a la japonesa TAD: las columnas E1TX Evolution One esconden mucha tecnología tras una apariencia bastante discreta, ya que miden poco más de 120 centímetros de alto por unos bastante esbeltos 20 centímetros de ancho (los 35 cm de la ficha técnica deben ser de los pies) y, eso sí, 51 cm de fondo para alcanzar un buen volumen total. Son cajas de tres vías y cuatro altavoces, sí cuatro porque en la parte superior montan el driver coaxial propio de TAD, el ya famoso CST: un cono de 9 cm de medios y en su parte central la cúpula de 25 mm del tweeter de Berilio, conjunto que reproduce las frecuencias a partir de 420 Hz y hasta 60 kHz. 

Debajo vemos dos altavoces de medios-graves con conos de 160 mm, realizados en un rígido material compuesto (sándwich llamado MACC de varios tejidos de kevlar), con suspensiones que permiten buen recorrido y potentes motores magnéticos internos. Las cajas son réflex pero usan unos puertos laterales propios de TAD, también con su propia denominación (ADS Port): las formas redondas laterales no esconden más altavoces sino esa salida de forma casi laminar y simétrica que evita los ruidos y resonancias de otros tipos de puertos. TAD declara 88 dB de sensibilidad aunque con una impedancia nominal de 4 ohmios, es decir son cajas exigentes. Mencionar que el acabado de las cajas, tanto el negro piano como los remates de esos pies, es impecable.

Audición

La sala de la última planta de AudioGallery es una vieja conocida, donde hemos disfrutado de algunas audiciones memorables. El sistema TAD-Bricasti, de la mano de Exaudio, puede parecer poco imponente (las cajas son bastante discretas) pero estamos escuchando un equipo cuyo valor suma seis dígitos y que se acabaría ganando nuestro aprecio, no gracias a ninguna característica muy destacada, sino por su conjunto de cualidades. Un sistema con el que dejarse llevar por la música, más que andar cambiando temas o discos buscando éste o aquél atributo concreto.

Eso sí, de entrada sí que llama la atención lo espaciosa y profunda que es la escena sonora, algo que nos acompañaría durante toda la audición. En parte es mérito de la sala y la colocación del equipo, pero habiendo escuchado muchos otros sistemas aquí no siempre habíamos tenido esa sensación de profundidad casi infinita, de amplitud más allá de las paredes del local, y en algunas grabaciones de cómo algún instrumento o sonido parecía proceder de más allá de las esquinas… A cambio, también fue una constante percibir una extensión en el grave algo recortada en las primeras octavas, o una dinámica también poco explosiva: quizás las (exigentes) cajas exigen algo (todavía) más “bruto” que la etapa Bricasti (son transistores con más refinamiento que desenfreno)… ¿tal vez una pareja de monofónicas de la misma marca?

Sin embargo si ya me había gustado el Bricasti M3 (streamer, DAC y previo) este conjunto de previo y etapa me dejó claro el perfil de la marca americana, un poco tras los pasos de los mejores años de Mark Levinson pero con mejor articulación en medios y más detalle pero sin nada de agresividad en altas frecuencias. Por otra parte, también me quedó claro qué sobresaliente fuente es este TAD D1000TX, quizás para mí la revelación de esta audición. Un lector de discos (CD y SACD) de apariencia discreta que extrae hasta el último detalle con mucha musicalidad, y que además se puede usar como DAC con otras fuentes.

Estas son las conclusiones que saqué después de una larga y tranquila audición que tuve la suerte de poder realizar con este sistema que, como ya he indicado, precisamente de esta forma es como mejor se apreciaba: nada de prisas y saltos entre temas en “modo probador/reviewer”. Pude disfrutar con una calma que me faltaba hace tiempo del disco “We get requests” del Oscar Peterson Trio (una edición con el típico ruido de fondo de la cinta analógica muy reducido por cierto), apreciando una fluidez renovada del piano, buen detalle de la batería, limpio seguimiento del contrabajo… y una escena quizás incluso más grande que la real, pero bienvenida. Cambio de registro hacia el flamenco para comprobar la dinámica, y agradable sorpresa con esa gran escena, perfecta colocación de los intérpretes, sobresaliente timbre de voces, palmas y guitarras.

El tema “Miéntete” (Joana Jiménez y Miguel Poveda) me dejó claro cuánto iba a disfrutar de voces con este conjunto, dulce pero detallado. Así que dejé paso, tras otra pieza flamenca por gracia de Vicente Amigo, a Roberta Gambarini cuya grabación (disco “Easy to Love”) es algo imperfecta/dura, y aquí sonaba con una liquidez inesperada. Vuelta al ambiente flamenco con “Lágrimas Negras” (Bebo Valdés y Diego el Cigala) que hacía un tiempo no escuchaba, y qué bien lo presentaban las TAD con Bricasti: buen piano, voz perfecta, cajón perfecto, contrabajo (Javier colina nada menos, por cierto) perfecto… un disco enterito con el que disfrutar este sistema. 

El siguiente cambio me llevó hacia la música de cámara y el barroco, con varias piezas de Haendel (aria Marienges y de La Resurección), pero por el mismo camino: excelente y bienvenida dulzura en voces o metales, realismo y estabilidad de escena, y ganas de escuchar cada pieza hasta el final, y seguir escuchando… Tal vez con música clásica es con la que mejor encajó o aprecié el equipo, pero cuando el tiempo llegó a su final (en realidad bastante más allá de lo previsto porque pasó volando) la sensación seguía siendo de haber disfrutado una gran tarde con un gran sistema.

Equipo utilizado en la audición

  • Lector CD/SACD y DAC  TAD D1000TX (19.750 euros)
  • Preamplificador Bricasti Design M20 (17.297 euros)
  • Etapa estéreo Bricasti Design M25 (20.757 euros)
  • Cajas TAD E1TX Evolution One (27.2500 euros)

Contacto: www.audiogallery.es

 

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