Así pues la parte alta del sonido de las Kiso HB-X1 me parece que goza de un poco más definición, precisión y extensión. Es difícil comparar este nuevo modelo con el anterior, cuando estas diferencias son sutiles y al no disponer del anterior modelo para, mediante una conmutación entre ellas, detectar con mayor exactitud las variaciones en su comportamiento. Pero he convivido y escuchado tanto las HB-1, que me atrevo a afirmar que los agudos de las nuevas Kiso son más extensos y detallados que los del modelo anterior. Acaparan algo más de protagonismo en la escucha, pero sin ser nunca duros ni molestos. Esta afirmación es tan cierta como la de que las HB-X1 requieren una electrónica de calidad para demostrar todo lo que pueden dar de sí.
De nuevo, a través de sensaciones obtenidas en la escucha más que de las propias especificaciones técnicas -en ambos modelos la sensibilidad declarada es de 85 dB-, las nuevas Kiso parecen ser un poco menos exigentes en cuanto a la cantidad de potencia que necesitan para moverse con solvencia. Debido a eso, parece que este nuevo modelo entregue más con menos, y me refiero a más cantidad de sonidos subiendo algo menos el potenciómetro del previo. Quizás entonces estas cajas sean menos hambrientas de poder, pero en lo que no demuestran la más mínima concesión es en la calidad de la amplificación que les asociemos. Este es un peaje que gustosamente el comprador debe pagar, al adquirir unas cajas tan transparentes, reveladoras, libres de coloraciones y distorsiones como las HB-X1.
La dinámica es otro aspecto en el que su comportamiento ha mejorado de manera notable. La dinámica es excelente, ayudada por la alta velocidad con que la Kiso lo entrega todo, y los contrastes dinámicos son muy buenos, especialmente la micro-dinámica de cada instrumento en su reproducción. La capacidad de pasar de 0 a 100 es muy llamativa y satisfactoria, así las arrancadas, paradas, silencios, timbres, todo lo hacen con una precisión y refinamiento que me deja sin adjetivos.
También es cierto que no encontraremos la sensación física del impacto de un woofer de 15″ con las Kiso, si buscamos eso tendremos que mirar hacia otras opciones en el mercado. Las Kiso no se encuentran en pegada y explosividad a años luz de un ejemplo como el anteriormente descrito, pero sí un pequeño escalón por debajo. Las HB-X1 es evidente que no demuestran la impactante pegada de unas Wilson Maxx, pero tampoco creo que el comprador que se plantee su adquisición lo espere. Es casi magia lo que las Kiso HB-X1 son capaces de ofrecer con su tamaño, pero incluso el mejor mago del mundo tiene un límite.
Para finalizar, comentar que la escena sonora que las HB-X1 dibujan es apabullante en tamaño -sobre todo anchura- y muy destacada también en profundidad. La menor distorsión de este modelo define aún mejor los instrumentos en el espacio y si sumamos la elevada separación que las cajas admiten entre sí, disponiendo de una sala de generosas dimensiones, consiguen que tengamos quizás la escena de mayor tamaño que hayamos visto nunca. Y además, desapareciendo las cajas de manera absoluta de nuestra sala.