Las pruebas…
La llegada del conjunto Kuzma a mi sala vino acompañada de un mueble Artesanía Exoteryc y un previo de fono Phonomodule de Octave, así que en primer lugar debo agradecer a Juan Antonio de Audio Pasión este detalle, pues así no he tenido que mover mi actual equipo con el consiguiente desajuste que ello implica. La verdad es que el montaje del Stabi S no presenta ninguna dificultad, simplemente respetar la distancia que recomienda el fabricante entre el motor independiente y el resto del chasis, colocar la correa, el platter y listo.
Salta a la vista que la nueva estática es más atractiva, el platter más grueso le hace parecer más robusto, aún sin perder el encanto del diseño original. El Stogi S nos dará un poco más de trabajo y, aunque sea un un brazo unipivot, una vez ajustada la cápsula y el peso, no hay mayor dificultad: se alinea perfectamente el antiskating para asegurar la horizontalidad de la cápsula y ya podemos empezar las pruebas. El brazo tiene un comportamiento excelente con la cápsula asociada para la ocasión una Zyx R-50 Bloom3, que es el escalón más bajo de la marca nipona, también distribuida por Audio Pasión. Para más comodidad, se incorporó la fuente de alimentación independiente de la que ya hemos hablado, el clamper exclusivo de este modelo y la vistosa base de bubinga maciza.
Como no podía ser de otro modo, he contado con los dos platters, el antiguo de 20 mm y el nuevo de 30 mm, así que el procedimiento ha sido el siguiente. El distribuidor instaló en mi sala la configuración con el platter nuevo de 30 mm y así lo disfruté durante un par de semanas. Posteriormente, cuando ya estaba familiarizado con este sonido, realicé un par de pruebas con una serie de discos que conocía a la perfección con el modelo original de 20 mm. Deben tener en cuenta que al realizar el cambio, se modifica la altura y por lo tanto hay que cambiar la altura del brazo o VTA. La actualización objetivamente son 10 mm más de platter, por lo tanto no es ninguna gran diferencia, pero tras dos semanas de escucha debo reconocer que lo que más noté es que la dinámica ha mejorado y hay mayor autoridad sonora, algo así como más “punch”. No me quiero arriesgar a más, pero también parece que la escena sonora se dibuja más definida, quizá debido a una mayor estabilidad y ausencia de vibraciones en el disco.
Vistos estos pequeños matices, veamos cuales son las cualidades sonoras del tándem Kuzma. Ha llovido mucho desde que lo disfruté y casi no recordaba su excelente sonido, sobre todo comparándolo con su hermano mayor. He de reconocer que resulta asombroso el comportamiento de este pequeño, y no mentiré si les digo que el XL4 ofrece obviamente más detalle, más resolución, una mejor escena y, sobre todo, mayor naturalidad, pero el Kuzma Stabi S no dejará indiferente a nadie porque comparte con su hermano mayor dos de sus mejores características: un sonido muy analógico y una gran precisión en la lectura.
Independientemente del tipo de grabaciones o de las cuestiones técnicas, lo primordial es el disfrute de la música, y eso está asegurado con este Kuzma y una buena selección de grabaciones como las que aquí les ofrezco. En primer lugar uno de mis discos preferidos de piano, uno que ya estaba en mi “Toplist” cuando disfrutaba del Stabi S. Se trata del primer Concierto para Piano y Orquesta de Beethoven grabado en directo con Michelancheli y Giulini en 1979 para Deutsche Gramophon. Especialmente el segundo movimiento, donde el tándem Kuzma se muestra extremadamente silencioso, surgiendo las notas del piano de Michelancheli de un fondo negro y oscuro, lo cual evidencia un sonido mucho más natural y continuo. Esto además de semejarse más a la escucha en directo, es la base perfecta para una excelente reproducción de los armónicos del piano. Estoy acostumbrado a unos armónicos más prolongados, más tangibles –mi experiencia me dice que a este nivel ya no se puede pedir más–, en cambio el timbre y los detalles del piano son perfectos, no cabe duda de que estamos ante un sonido elegante y suave.
Una de las composiciones más recurrentes para la gran pantalla ha sido el conocido tema de la Pantera Rosa de Henry Mancini. Existen diferentes versiones además de la banda sonora original de RCA, una de ellas es la realizada por alguno de los intérpretes más significativos del pequeño sello italiano Fone. El primer tema interpretado por el saxo Scott Hamilton es el más semejante al original, y el conjunto Kuzma destaca, tanto porque los timbres se restituyen con precisión, como por el respeto al tamaño de los instrumentos. El resultado es la sensación de ser transportado al lugar de grabación de una forma muy convincente. No puedo dejar de comentar la adaptación que realiza Fausto Mesolella del conocido tema de Mancini, me parece espectacular, tanto como la lectura del Stabi S que en esta música no desmerece en nada a su hermano mayor. Hay mucha dinámica y para nada parece forzada, con un toque en la presentación de los armónicos que da vida a cada nota pero sin desviarse de una lectura equilibrada y homogénea. Nunca la balanza se decanta hacia lo analítico.
