Gama de acceso con implementación modular
Lehmannaudio, marca fundada en 1.988 y con un marcado carácter profesional, tiene un fundamento de diseño basado en una premisa muy simple enunciada por su fundador, Norbert Lehmann: “Sólo quiero que la gente sea feliz mientras escucha música”.
Esta premisa surgió en su época de estudiante, durante una anécdota que él mismo relata a menudo. Probando a fondo junto a otros compañeros dos equipos de música con idénticas características técnicas, pudo comprobar lo diferente que sonaban. Según lo describió entonces, en uno se escuchaba el sonido de una forma perfecta, en el otro se escuchaba la música. Desde entonces se dedicó de forma casi obsesiva a conocer las causas que provocaban esta diferencia sonora, y que debían encontrarse en la parte más interna del diseño y los componentes de los equipos, muy lejos de los datos técnicos como la potencia, el factor de distorsión o la relación señal/ruido.
Respetando estos principios creó en el año 2.004 su primer amplificador de auriculares: el Black Cube Linear. Aclamado por la crítica como un ejemplo de buen diseño y economía de medios, ha sido empleado de forma regular por las mejores marcas de auriculares –Sennheiser, Akg– para presentar sus novedades desde entonces.
Con este nuevo modelo, el Drachenfels, Norbert Lehmann lleva más allá el diseño de un modelo de gama de acceso, como fue en su momento el Rhinelander, procurando que sus prestaciones sonoras estén muy por encima de su valor de mercado, y dotándole de una modularidad opcional que permita adaptar el equipo a las nuevas fuentes digitales.
Diseño y construcción
Estamos ante un modelo de gama básica, de entrada a la alta fidelidad. Todo en su diseño nos deja claro que el enfoque va del lado práctico de las cosas: nada de lujo en el embalaje, ni en la caja, aunque la presentación no está descuidada. El aspecto del Drachenfels es sencillo, con un frente de aluminio con textura mate –puede ser plata o negro–, una caja de pequeño tamaño, pocas conexiones en su parte posterior, fuente de alimentación externa –mediante adaptador de corriente– y controles básicos. No pesa, no es un equipo bonito ni imponente, y su mayor virtud puede ser la de pasar desapercibido en el sentido estético por su discreta presencia física.
Las funciones que ofrece, sin embargo, son más numerosas de lo que parece. Posee una toma RCA posterior como entrada y como salida dos conectores –de auriculares– Neutrik bañados en oro y un salida posterior RCA que hace las veces de previo. Puede usarse por tanto para conectar una etapa de potencia o cajas autoamplificadas, función que desempeña a un nivel de calidad muy respetable. Posee también un interruptor frontal de encendido y un pote de volumen ALPS de gran calidad que hace innecesario –palabras del propio fabricante– un selector de ganancia, siendo esta de 12 db. Estas funciones pueden ampliarse mediante los módulos digitales, que se seleccionan por el cliente en el momento de la compra o posteriormente, y que ofrecen diferentes opciones de conexión: transmisión WLAN/LAN, USB, Bluetooth o un SPDIF/TOSLINK DAC.
Internamente el diseño es de gran calidad. La topología del circuito es tan fina y produce tan poco ruido que no requiere selector ni ajuste de impedancia de entrada. La impedancia de salida es de 5 ohms. La etapa de ganancia es de ancho de banda limitado a 100 Khz, lo cual minimiza las interferencias, y la de salida posee tres pares de transistores ultra rápidos por canal, lo cual consigue a efectos prácticos cero feedback. No está mal para una filosofía que no se centra en las cifras…
Entrando en el uso del equipo, lo he encontrado excesivamente pequeño y ligero. No estoy acostumbrado tal vez a usar equipos estacionarios tan pequeños, y no me parece cómodo que sea necesario sujetarlo cada vez que conectas un auricular. Dentro de su pequeño tamaño se muestra robusto y bien rematado, los conectores de auricular y el pote de volumen transmiten una grata sensación de calidad y durabilidad. Por último, sorprende que tenga dos tomas y que sea capaz de mover simultáneamente y sin despeinarse multitud de auriculares, algunos de ellos bastante exigentes.
