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Nuestro modo de vida actual nos ofrece la posibilidad de disfrutar de una serie de aficiones que cada cual vive de una manera distinta, pero que en definitiva representan una parte muy importante de nuestra vida. Hay multitud de hobbies, pero si algo tienen en común es que necesitan de nuestro tiempo y dinero, siempre se requiere un mayor o menor desembolso y abundante tiempo libre. Cierto que nos puede gustar simplemente andar por el campo, pero aun así necesitamos unas buenas botas y unas cuantas horas. La Alta Fidelidad no es una excepción, si no tienes tiempo para escuchar, ¿qué sentido tiene comprar más y más cacharros? Y en lo que concierne al aspecto monetario la podemos ubicar entre la categoría de aficiones ultra caras, aunque en ello tiene mucho que ver nuestro nivel de exigencia, o mejor, nuestras posibilidades económicas. Por tanto, somos unos derrochadores y nos gastamos hasta el último céntimo en componentes de todo tipo, ya lo he dicho en diferentes artículos y no quiero hurgar en la herida, pero es una enfermedad y ustedes y yo somos los enfermos.

En el Hifi hay diferentes escalones y multitud de productos para satisfacer, no sólo las necesidades, sino las posibilidades de cada cual. Lo normal es ir pasando por todos y cada uno de los escalones a medida que avanza nuestra exigencia. No opinan conmigo que es más gratificante ir evolucionando poco a poco, sentir la necesidad de que no es suficiente, cambiar de componentes y vivir la ilusión de cada nueva compra, que tener todo lo mejor de una vez y punto. Al menos esa está siendo mi experiencia, todavía recuerdo cuando compré mi Clearaudio Champion Level II con brazo SME V y cápsula Benz Micro LP. Aquello me pareció un gran salto, volver a reoír mis discos favoritos de una forma tan diferente. Como es lógico, luego llegaron otras cosas, pero tengo un grato recuerdo de esa etapa, sobre todo por la compañía de mis añoradas Magneplanar 3.6 y la puesta a punto de mi nueva sala.

En este sentido es de agradecer el interés de ciertos distribuidores por un sector del hifi más “accesible”, y no es sólo una cuestión de precios, sino de una acertada selección. Prácticamente todas las marcas tienen productos de nivel medio y además existe un amplio abanico dentro de las marcas más comerciales, con precios más terrenales. Pero como he dicho no se trata sólo de nivel de económico o de cantidad, sino más bien de elección, me refiero a algunos ejemplos concretos como el de Lyric Audio, un distribuidor que está celebrando ahora su 30 aniversario y que si se caracteriza por algo es por hacernos más accesible el mundo de la HiFi. Quien no ha recibido un correo de su responsable, Francisco Gutiérrez, aconsejándonos unos componentes concretos, o una combinación de éstos insistiendo siempre en su excelente relación calidad precio. Cierto que este distribuidor también cuenta con productos del más alto nivel, pero me consta su sincero interés por tener en su portfolio una serie de productos/combinaciones que puedan permitirse la mayoría de los aficionados. De ahí su última oleada en lo referente a nuevas marcas, excelentes todas ellas y con una gama de productos al alcance de todos.

 

Shelter

En el caso de las cápsulas, Lyric Audio ha ampliado su portfolio con la incorporación de una nueva marca de origen nipón. Con más de treinta años de experiencia, Shelter es una empresa muy a tener en cuenta, pues dispone en su catálogo de algunos modelos que han hecho historia, como la 90X o la 901. Desde el lanzamiento de la 701E en 1986, la marca ha sabido renovarse y actualizarse con la incorporación de avances técnicos en nuevos modelos. Quizá uno de los más emblemáticos fue el 901 que vió la luz en 1998, después vino su tope de gama Harmony en el 2008 y su última incorporación fue en el 2014 con su modelo Accord.

Además de las exquisitas Harmony y Accord, actualmente la marca cuenta con tres modelos, 5000, 7000 y 9000, que hacen más accesible la excelencia Shelter. Esta nueva serie vino a sustituir los antiguos modelos y, en palabras de su diseñador Yazuo Ozawa, a ofrecer “más vida”, en el sentido de mejorar el detalle y unos contrastes dinámicos más acentuados, aunque conservando el carácter sónico de la marca, esa sensación de facilidad en la reproducción que tanto nos atrae al oír nuestros vinilos.

Para el presente artículo contamos con el modelo 9000, el escalón previo a la excelencia representada por la Accord y la Harmony. Se trata de un modelo MC con una salida de 0’65 mV y una impedancia de 10 ohm. Su alta salida facilita su combinación con cualquier previo de fono del mercado. Posee un cuerpo metálico que la hace un poco más pesada, pero eso no influye lo más mínimo en su montaje. Tras unos días utilizando el peso recomendado, opté por bajarlo ligeramente pues me parecía más agradable la escucha, más volátil sin perder fuerza en los ataques y con un bajo menos ampuloso.

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