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Segunda parte –o tercera–, subir al salón. En un entorno menos controlado, más parecido al doméstico de la mayoría, veríamos qué tal se portaban las TAGA. En concreto temía por ese grave declarado hasta 36 Hz con sólo 3 dB de caída –mi salón tiene un modo fuerte en 35 Hz–, sobre todo viendo el amenazante tamaño de la salida réflex trasera de unos 6 cm. En este sistema usé también el integrado de válvulas además de las etapas Hypex residentes, y la fuente aquí siempre fue mi Linn Akurate. Enseguida disipé mis temores acerca de los graves: en esa cifra TAGA sí exagera y las cajas, aunque llegan a esos 36 Hz, no lo hacen con tanta energía como para tener problemas en mi sala. Por lo menos puestas a sus buenos 80 cm de la pared trasera –1,2m medidos desde el frontal de las cajas–, que es en torno a donde suelo poner las cajas y donde éstas encajaron muy bien desde el inicio. Diría que las Diamond B60 bajan por debajo de 50 Hz, y lo hacen bien, pero no mucho más.

Creo que un salón así –unos 30 metros cuadrados– es el espacio ideal para estas cajas, o su límite –no más grande–, porque enseguida repetí las mismas sensaciones que en el sótano. Con más alegría en frecuencias altas, pues aquí el techo refleja más y no hay tanto tratamiento, como para iluminar mejor algunos detalles, pero si ser nunca excesivo. Y con más peso en graves, aunque como decía en ningún momento llegó a provocar problemas con ese modo resonante principal. Sospecho que TAGA ha dejado estas cajas afinadas para dar un grave muy lineal, porque ni en el equipo de abajo ni arriba noté ninguna nota grave “exagerada”, algo que sí se aprecia en casi todas las cajas compactas. Pues muy bien. Pero esa gran salida réflex parece tener otra misión que la habitual de reforzar cierta parte del espectro bajo para que la caja parezca mayor. Porque lo que sí aprecié, en ambos sistemas, es otro punto fuerte de las Diamond B60: el ritmo. Son cajas rápidas, que contagian con facilidad la marcha de la música, y te ves moviendo los pies más veces que con otros altavoces.

Eso también es bueno si las usas en cine, como es el caso en mi equipo del salón. Tengo reciente “Valerian” del imaginativo Luc Besson, y cómo las TAGA –en este caso con ayuda de subwoofer activo, claro– nos dejaron disfrutar de su banda sonora. Las etapas Hypex nc400 suelen aportar más impacto y a veces un grave algo más presente, manteniendo su gran neutralidad, pero no aprecié un gran cambio con estas Diamond B60. Del mismo modo que el cambio del pequeño Linn a las válvulas en el sótano fue agradecido pero no espectacular, tampoco las Hypex representaron un “salto”.

 

Conclusión

Retomo eso que decía al principio de su “facilidad”: cambiando bastante radicalmente de amplificador las TAGA Harmony Diamond B60 no cambiaron mucho su excelente sonido… ¡muy buena señal! Siempre he dejado claro que no me gustan lo que yo llamo “cajas trampa”, esos altavoces que parecen tener una sed infinita de potencia y calidad en amplificación, y que no hacen sino agravar los síntomas de la infelicidad permanente del audiófilo. Aquí tenemos lo contrario, unos altavoces cuya estética fue admirada por todos quienes los vieron, todavía bastante discretos por tamaño y formas, y que suenan como deben sin mucho esfuerzo por nuestra parte. Ni hay que pasar horas colocándolas ni volverse loco midiendo al milímetro distancias: las pones y ya suenan prácticamente al cien por cien. Y ese “cien por cien” es muy bueno, mucho, no hay muchas cajas de estantería por debajo de seis mil euros –y no exagero– que compitan con ellas, si es que hay alguna.

Un timbre estupendo, buen detalle y transparencia, ninguna estridencia por arriba, ninguna nota fuera de tono por abajo. Vaya con los polacos y sus manías con las siglas… menudos altavoces hacen. Los Diamond B60 son, no una escucha recomendada, sino obligatoria.

Puntos destacados

+ Acabados y estética
+ Buena sensibilidad: cajas fáciles
+ Excelente tímbrica
+ Sonido natural: agudos dulces y graves sin picos
+ Escena excelente, “desaparecen”
+ Punto de escucha poco crítico
–  Sólo dos colores (madera oscura o rojiza)

PVP: 2.290 euros

Distribuye Pickupsound

FICHA TÉCNICA

Altavoces de dos vías, recinto bass-réflex con salida trasera. Tweeter: propio TAGA (O-TPTTD y E-TPAF) de titanio, 30 mm de diámetro, bobina con hilo de plata. Woofer: propio TAGA (TNPPCD) de 6’5 pulgadas con cono y guardapolvo de celulosa. Filtro en 2’4 kHz con conexión compatible con bicableado/biamplificación. Impedancia 6 Ohmios, sensibilidad 90 dB (1W/1m). Recomendado 50 hasta 200 Watios. Respuesta en frecuencia: de 36Hz a 33kHz (+- 3dB). Dimensiones: 410 mm de alto, 230 mm de ancho, 335 mm de profundidad. Peso unitario 13,3 Kg.

EQUIPO UTILIZADO PARA LA PRUEBA

Amplificación

  • Ars Sonum Gran Filarmonía (integrado válvulas)
  • Hypex Nc400 (etapas mono)
  • Linn Sneaky DS (integrado transistores)

Fuentes

  • Linn Akurate DSM
  • Linn Sneaky DS

Cableado

  • Nordost, Kimber

 

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