VI Aniversario Ultimate Audio Elite
Entre amigos
El fin de semana del 12 de noviembre, el establecimiento lisboeta Ultimate Audio celebró su sexto aniversario: allí estuvimos, disfrutando de sus excelentes salas y sistemas, también de su compañía y la de los clientes que por allí pasaron en buen número. Un fin de semana entre amigos, vamos.
Ultimate no es sólo una empresa que importa y distribuye material de audio y vídeo para el mercado portugués y español –según marcas–, también es una tienda con unas instalaciones que ya hemos visitado, y comentado, en anteriores ocasiones. Con unos 500 metros cuadrados, cuenta con una amplia zona de exposición que es la perdición del interesado en cualquiera de las facetas de nuestra afición, pues andando por allí uno ve y admira válvulas, cápsulas, auriculares, fuentes digitales, altavoces… Pero además de “ver” sobre todo podremos “escuchar”: desde la zona de prueba en la parte de exposición de la tienda, donde tenían un precioso integrado Line Magnetic de triodos sonando –de lujo– con unas columnas Paradigm, hasta la sala más grande donde un equipo completo Accuphase hacía los honores a unas Steinheim Alumine Five y al plato Dohmann, pasamos por la otra sala “abierta” con un equipo Gryphon “sencillo” –Diablo 300 y cajas Mojo S–, por la sala de audio intermedia con Rockport Cygnus, MSB Select DAC –nada menos– y Luxman, o la de cine con el estreno exclusivo del tremendo proyector Sony VPL-5000ES. Enseguida comentamos los equipos y nuestras impresiones, antes será bueno conocer de primera mano la historia y filosofía de Ultimate Audio.
Socios fundadores
Miguel Carvalho y Antonio Domingos son los socios principales y fundadores de Ultimate Audio. Teniendo a ambos disponibles durante estos días de celebración, qué mejor que dejar que ellos mismos nos contaran cómo empezó todo…
“Nos conocimos hacia 2006 cuando Antonio me vendió unos altavoces de una marca que no te puedo dejar publicar –risas– y que enseguida también vendí. Pero ahí nació una amistad que nos llevó a pensar en montar nuestra propia empresa, y así es como nació Ultimate Audio en 2008. Ocupábamos una sala en la entonces gran tienda y distribuidora Transon, y las primeras marcas que llevamos eran la electrónica Karan o los altavoces Ascendo.
Aquello funcionó bien y nos animamos a salir de allí, de forma que en 2010 inauguramos nuestro propio espacio que es esta misma tienda de ahora, pero con la mitad de tamaño –unos 250 metros cuadrados–. Lo que buscamos fue un espacio que nos permitiera disponer de salas en buenas condiciones acústicas, donde pudiéramos demostrar de la forma más óptima posible de qué eran capaces los componentes del equipo. Creo que lo conseguimos porque enseguida tuvimos bastante repercusión entre los aficionados y en el mercado, ya no éramos sólo unos “chicos nuevos en el negocio” sino que la gente entendió que nuestro objetivo siempre era conseguir el sonido más óptimo posible.
A partir de ahí las cosas fueron bien, cogimos la importación o distribución de más marcas, aumentamos la cartera de clientes… Nuestra relación con la mayoría es siempre de amistad, es muy normal que vayamos a su casa no sólo en el momento de la compra o instalación, sino más tarde, para comprobar que todo sigue bien o sencillamente a disfrutar de la música, que a fin de cuentas es de lo que se trata esto. En 2012 siguió la expansión y se nos unió AudioElite Portugal, una tienda que tenía marcas como EMM Labs o Mark Levinson: Jose Judice es nuestro tercer socio, minoritario. Ahí cogimos más marcas como Gryphon, MSB… y seguimos hasta hoy.
En 2012 gracias a ElitExpo nos presentamos en España, donde tuvimos dos salas y fuimos muy bien recibidos por los aficionados, que tuvieron oportunidad de apreciar los productos que llevamos y el buen sonido que conseguimos en una “feria”, nunca fácil. A partir de ese momento también nos esforzamos en mejorar nuestra presencia en España, donde llevamos algunas marcas importantes, y donde seguimos con nuestros ‘dealers’ muy seleccionados: nuestra idea es que sean como si nosotros mismos estuviéramos allí”.
Aprovechamos para comentar sobre la situación del mercado, sus perspectivas en nuestro país…
“Está claro que este es un mercado bastante pequeño, es un mundo pequeño, y lo que no tiene sentido es que haya tantas ‘peleas’ entre la poca gente que se dedica a esto. Si todo el mundo se sigue dedicando a hablar mal del vecino, esto desaparecerá. Creo que sería importante un cambio radical de actitud, empezar a apoyarnos unos a otros, incluso sería bueno que existiera una Asociación que se dedicara a favorecer que los aficionados puedan mejorar sus sistemas, que la gente sepa que existen equipos domésticos con los que escuchar mejor su música, aprovechar el tirón que está teniendo todo el tema de sistemas portátiles y auriculares… una puerta de entrada de gente joven, muy necesario.
Pero en lugar de esa unidad, lo que se encuentra el potencial cliente, la gente con algo de interés que se acerca a una tienda, es un ambiente enrarecido y gente peleada, y eso genera rechazo. No se entiende por ejemplo que no haya un Salón nacional en España dedicado, ElitExpo desapareció, y AVM no es representativo de todo lo que hay al estar limitado. En Polonia estos días celebran su salón con más de 300 salas, en Lisboa tenemos el nuestro en primavera con más de 30 salas y miles de visitantes… muchos fabricantes se preguntan cuando vienen o hablamos con ellos por qué este mercado es tan pequeño en un país como España, con mucho mayor potencial”.
También teníamos curiosidad por conocer su opinión en cuanto a la “tecnología” en los equipos y su filosofía en ese sentido…
“Nosotros no ponemos límites a nada, de hecho llevamos marcas como Aurender o Lumin especializadas en servidores, que es no el futuro sino el presente de las fuentes de música de máximo nivel. Pero también nos gustan muchos los platos, claro, por eso tenemos buena representación no sólo de platos sino de cápsulas y otros componentes o accesorios dedicados, y una buena colección de vinilos aquí en la tienda además de las nuestras propias. No tenemos ningún ‘Reel to Reel’ porque lo vemos poco práctico, y eso que fuimos de los primeros en usarlos: en el Show de Lisboa de 2012 llevamos uno, también fuimos los primeros en llevar grabaciones de Alta Resolución el año anterior.
Algo que no usamos, salvo que la sala del cliente tenga un gran problema que no se pueda resolver –normalmente de graves–, son sistemas de ecualización de sala, porque nuestra experiencia es que siempre que se usan acaban quitando ‘algo’ a la música. Es mejor tratar físicamente la acústica todo lo que se pueda”.
Sala grande: Accuphase, Steinheim, Dohmann
En la sala principal de la tienda he tenido ocasión de escuchar equipos y cajas tremendas en todos los sentidos, en esta ocasión las Steinheim Alumine Five parecen pequeñas en las fotos, no tanto en directo: son cajas de 1’20 metros de altura y 110 kg de peso cada una. Construidas en aluminio de forma muy masiva, usan dos woofer de 10 pulgadas en su parte baja más el mid-woofer de 6’5 pulgadas y tweeter de la parte superior procedentes de su Reference, y destacan por ofrecer una sensibilidad bastante alta –94dB– además de estar diseñadas para una baja distorsión.
Las movía una electrónica inédita para esta presentación, de la prestigiosa marca japonesa Accuphase –distribuida por Ultimate sólo en Portugal–, con sus novedades de previo C-2850 y etapa P-7300 acompañadas del lector CD/SACD también Accuphase DP-720. La otra fuente, analógica, era el también muy nuevo plato Dohmann Helix 1, toda una estrella en sí mismo al usar una mezcla de tecnologías para conseguir la reproducción ideal del vinilo. Desde luego era sorprendente comprobar que “tocarlo” –incluso moverlo– no afectaba al sonido reproducido. Las cifras de la etapa pueden engañar, porque 125W a 8 Ohmios no parecen tanto… hasta que descubres que es capaz de dar más de 800W bajo una carga tan baja como 1 Ohmio. Eso, y una relación señal-ruido bajísima de hasta 131dB según la ganancia seleccionada.
Esta sala es como decía enorme, y las Steinheim se dispusieron bien alejadas de la pared trasera. Eso, la acústica de la sala y la excelente dispersión de estos altavoces –andando por la sala no percibías grandes cambios tonales–, daba como resultado una gran escena, ancha y muy profunda, con buena sensación de separación de “capas” en ese sentido, algo que me gusta particularmente apreciar en cualquier sistema y que echo de menos cuando no lo percibo tan bien, sin quejas en este caso sino muy al contrario.
Pasé horas escuchando este equipo, y hubiera pasado más: una vez ajustado –el viernes por la mañana no me impresionó tanto como después tras recolocar las cajas– ha sido uno de los equipos más equilibrados que habré escuchado, como le dije a Miguel Carvalho cuando me preguntó por qué pasaba tanto tiempo en esa sala “un equipo con el que cualquier aficionado, a cualquier tipo de música, sería totalmente feliz y además muy bonito”. El conjunto Accuphase, con su tono dorado particular, sus vúmetros, y sus facilidades de control –que suave van todos los mandos y qué bien responde al mando a distancia–, recibiría seguro el beneplácito en cualquier hogar, y las cajas con su estética relativamente discreta –poco “chillona” por lo menos– y un tamaño no exagerado, lo mismo.
Pero sobre todo por cómo sonaba: un conjunto de jazz vocal ofrecía una voz presente, sólida, sin nada de agresividad, pero con toda esa microinformación que permite escuchar respiraciones o pequeños movimientos en el grupo. Los graves, sorprendentes –o quizás no con dos woofer de 10 pulgadas a cada lado–, por su extensión y por su impacto, dos cosas que no siempre van de la mano pero que son las que permiten que el equipo sea tan capaz de emocionarte con cierta música –contrabajo, orquestra– o de ponerte en marcha e impactarte con otra más moderna –pop, rock–.
La buena sensibilidad de las cajas y la amplificación disponible se aliaban además para ofrecer una dinámica sobresaliente, otro factor importante para acercarnos a la “realidad” de la música en directo. El tema ‘Live in America’ de Paco de Lucía, exige eso si queremos tener un parecido razonable con el directo y este sistema lo bordó… daban ganas de aplaudir.
Pero además de dinámica y grave estas cajas ofrecían un excelente timbre. El conjunto de guitarras de Discantus –grupo desconocido pero que uso mucho para pruebas porque vi en directo– sonaba holográfico y real, la voz del desaparecido Leonard Cohen parecía totalmente presente, lo mismo con Silvia Pérez Cruz o la deliciosa Emilie-Claire Barlow… y cuando cambiamos al plato las sensaciones se mantuvieron o incluso mejoraron: disfruté enormemente del ‘Take Five’ de Dave Brubeck en vinilo, y no menos de Dire Straits o Dead Can Dance, ni de varios conciertos para violín… la lista es larga, pero ya digo que me hubiera quedado allí las 24 horas del día.
Sala Cine: ¡Sony!
Una palabra define bien la gran novedad audiovisual del Aniversario, el proyector Sony VPL-VW5000ES: ¡tremendo! No sólo lo es físicamente, una bestia de 43 kg que mide 75x55x23cm, sino que sus prestaciones te dejan con la boca abierta al ver las imágenes que proyecta, con una luminosidad de 5000 lúmenes declarados, láser y 4K nativo. Tenía todavía reciente la experiencia de haber visto la única alternativa de ese nivel, el JVC Z1 también 4K nativo y láser, durante la feria AVM, aunque en este caso no tuvimos algunas de las películas más nuevas –con HDR además de 4K– como ‘Lucy’ o ‘Mad Max’ que tanta sensación causaron en la instalación de Ingevídeo de la exposición madrileña.
Pero lo que pude ver, Pacific Rim entre otras, incluso algunos BluRay “normales” –1080p– con sobremuestreo, dejaba con la boca abierta por la fuerza de las imágenes y a la vez esa excelente naturalidad, suavidad incluso, por la que los proyectores Sony son bien conocidos.
La parte de sonido no se quedaba atrás: Ultimate había montado en la sala de cine las Gryphon Pantheon como principales, y la sala cuenta con altavoces traseros y superiores para alcanzar una configuración hasta 7.2.4 controlada por un previo-procesador Anthem y amplificación dedicada. Combinado con el excelente tratamiento acústico, y visual –todo oscuro–, conseguía un efecto de inmersión a la vez impresionante y en ocasiones sobrecogedor.
Sala mediana: Rockport, MSB, Luxman
Una sala de dimensiones algo inferiores a la grande, lo que no permite una colocación de cajas tan libre, ni tan alejada de paredes –en particular la trasera o frontal al punto de escucha–, como aquella, pero no menos bien acondicionada, y sobre todo con un sistema de auténtico lujo: Fuente Aurender W20, convertidor y previo MSB Select DAC, etapa Luxman M-900u, y cajas Rockport Cygnus. Si acaso, la etapa Luxman estaba un poco superada por el nivel de sus acompañantes, si nos ceñimos a su precio, pero como pude comprobar recientemente en la prueba de la electrónica Luxman con las TAD CR-1, es una etapa capaz de estar a la altura, y movía las Rockport aportando ese toque elegante y dulce que tanto me gustó.
Las Cygnus, con su notable volumen y sus dos woofer por banda, se podían disfrutar en esa sala aunque agradecen más metros cúbicos todavía, y tal vez una etapa con más garra –¿dos Luxman en mono mejor que una?–: fue cuestión de elegir la música apropiada a las circunstancias. Pero no tardé en acostumbrarme a tener esas tremendas cajas tan relativamente cerca y fui disfrutando del sonido. Tenía mis discos de prueba, pero al no disponer de lector óptico en este equipo me conformé con la música que había en el servidor Aurender, que no era poco. De hecho es la ventaja de un servidor, que –tableta en mano– puedes navegar por discos que hace tiempo no escuchabas, o inéditos, y hacerlo en un sistema de este nivel… ¡un gustazo!
Ese “aire fresco” me llevó a recordar temas de Depeche Mode y Jesse Cook que hacía tiempo no disfrutaba, o por supuesto repasar la discografía de Leonard Cohen, que desde unos días antes de mi viaje a Ultimate descansa en paz. Su voz, o la de Jeff Buckley en su emotiva versión del ‘Halleluyah’, permitían apreciar todo lo bueno del MSB Select, la Luxman y las Rockport. Pero quizás fue con varios conciertos de violín de Bach, Beethoven, con lo que más brilló el equipo. Sobresaliente reproducción, precisa colocación de cada elemento de la orquestra, total transparencia al apreciar el arco sobre las cuerdas… muy, muy bueno, de esos momentos en que recuerdas de qué se trata esta afición: emocionarse con la música reproducida a la perfección.
Y a eso, precisamente, es a lo que se dedican en Ultimate Audio desde hace seis años: felicidades.
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