Publicidad

Una profundización en las prestaciones para una excelencia en aumento

Después de un cierto tiempo sin compartir conclusiones con la comunidad audiófila, vuelvo a la carga con un encargo que con toda seguridad es el mayor desafío al que me enfrentado hasta el momento: la prueba de ni más ni menos que de siete cables de la firma española, ya consolidada y de prestigio creciente, Wires 4 Music.

Wires 4 Music es un fabricante de cableado, ya sobradamente conocido, radicado en Málaga, y que estructura su gama en cinco líneas, desde la de nivel de entrada Initio, a precios asequibles, hasta la posicionada en la referencia Osiris Signature, lógicamante más costosa dada la inversión en materiales e investigación que en ella se ha efectuado. Para la prueba objeto de la presente evaluación, recibí, como he comentado, siete cables, cinco del portfolio de producto y dos adicionales, a nivel de prototipo, destinados a superar a los que se encuentran en el catálogo de la firma.

La relación de cables que recibí en mi domicilio para probar es la siguiente:

  • Osiris Signature, cable de corriente, de cajas acústicas y de interconexión XLR, construido éste en plata monocristalina.
  • Horus Hybrid, cable de corriente y de interconexión XLR.
  • Dos cables, en su fase de prototipo, Osiris Signature de interconexión, que incorporan una serie de mejoras destinadas a elevar sus prestaciones con un carácter más musical.

Enfrentar una prueba de este tipo requiere de una sistematización del procedimiento, ya que en otro caso se corre el riesgo de perder la perspectiva y acabar no siendo capaz de llegar a conclusiones definitivas. Después de una larga reflexión llegué a la conclusión de que lo lógico era probar todos los cables en el mismo sistema, en este caso el principal de los que disfruto en casa, que conozco perfectamente y que me permitiría fijar todas las variables, reduciendo los cambios a un solo elemento cada vez.

Elegir el lugar en el que se coloca el cable a escuchar suele ser un asunto también complejo en la mayor parte de los casos. Cuando pruebo cable de interconexión suelo hacerlo conectando previo y etapa de potencia, donde la señal es menos vulnerable a los habituales elementos de distorsión que pueden afectarle. Para el cable de corriente, siempre opto por utilizar la conexión del sistema a la red, puesto que de esta manera todo el equipo se verá afectado por igual en la calidad del suministro y no realzaremos características de uno u otro tipo que pudieran llevarnos a conclusiones que no fueran un reflejo fiel de la realidad que estamos escuchando.

Gama de cables de corriente

Vamos pues con los resultados del análisis. Empecé, dentro de la sistematización a la que aludía antes, con los cables de corriente. Usualmente la prueba de un cable de corriente requiere de un conocimiento profundo del propio sistema y de una ausencia total de ideas preconcebidas, sobre el propio concepto y el propio cable. Comencé, como es habitual, con el cable inferior de gama de los dos de los que disponía para la prueba, en este caso el Horus Hybrid. De la toma de pared a mi más que solvente distribuidor de corriente The Gryphon Powerzone MKI y sustituyendo al modelo Siltech Classic Anniversary SPX-300, de excelente desempeño y más que probado con los años. El Horus Hybrid se defiende con mucha más que dignidad, frente a un rival a priori superior. Ligera pérdida de detalle frente al Siltech, escena sonora amplia, con instrumentos y voces bien situados y una entrega de la música con una gran fluidez, dando la sensación de que ésta «flota» delante nuestro, dando una experiencia de escucha en extremo agradable. Recomiendo su utilización en aquellos sistemas más dotados de capacidad de análisis, donde se encontrará más cómodo que en los muy musicales. Hay que decir que mi extremadamente neutro y transparente sistema – gentileza de sus componentes, directamente originados en los estudios de audio profesional – hace que sea más fácil discriminar cualquier componente nuevo que pruebo o incorporo desde el punto de vista de su efecto en las prestaciones del sistema. Mi según muchos aburrido sistema – dependiendo de lo que se espere encontrar, puedo dar la razón a los que así piensan – es inmisericorde con grabaciones o componentes que no den la talla. El Horus Hybrid se comporta con gran dignidad, y para nada desmerece en un sistema que no es fácil y en el que tenía complicado mantener el nivel. Su precio de tarifa –menos de la mitad de mi Siltech–, te lleva inevitablemente al razonamiento, completamente infundado, de que su prestación debe ser inferior –incluso piensas que debe existir una relación lineal conocidos los preciso entre éstos – y en este caso no es así. Recomiendo el uso de este cable en sistemas más reveladores, donde encontrará su lugar natural.

Tras ver el comportamiento de la gama media de corriente de Wires 4 Music, por relacionarla de alguna manera con nuestro próximo protagonista, enfrenté la prueba del buque insignia de la firma, el Osiris Signature, con sensaciones encontradas. El elevado precio del cable –hay que decirlo claramente– nos predispone a pensar que tiene que dar una prestación sonora extraordinaria, lo que no deja de ser una idea preconcebida. Desconecté, pues, el Siltech y emplacé en su lugar el Osiris Signature y me dispuse a escucharlo. Y ahí llegó la –relativa– sorpresa.

El Osiris Signature es un cable que proporciona una experiencia fabulosa. Transparencia, neutralidad, ausencia total de grano, mayor apertura y centralidad de la escena sonora. Superó en todo al Classic Signature, lo cual era esperable, pero no por la diferencia abismal que marcó con éste. La música fluía fácil, líquida, con una impronta sonora similar en su tímbrica, aunque sin duda muy superior a la del Horus Hybrid. Es el Osiris Signature un cable que se posiciona directamente entre las gamas de referencia, y cuyos rivales naturales son los actores que todos tenemos en mente y que no es necesario mencionar. Repetidas veces coloqué y retiré el cable, probándolo con mis grabaciones habituales para asegurarme de que mis sensaciones eran ciertas. El Osiris Signature es sin duda el mejor cable de red que ha pasado por mi sistema y sin duda lo ubicaría en un sistema de referencia absoluta. Lo va a mejorar seguro, pero especialmente si nos gusta el retorno neutro y transparente. Su precio de tarifa es ciertamente elevado, lo que le lleva a competir con rivales naturales de elevada reputación, pero no va a desmerecer en absoluto. El cambio extraordinario que le imprimió a mi sistema es de los mayores que yo he escuchado nunca en una prueba en el mismo. Y sin duda, para bien. Aquellos que dispongan del presupuesto necesario para este cable de red, deben probarlo imperativamente. No saldrán decepcionados.

Gama de cables de interconexión

Una vez concluida la prueba de los cables de red, acometí la de los cables de interconexión que Lorenzo Sánchez me había remitido. Eran ni más ni menos que tres, de las gamas superiores, y además con uno de los buques insignia de la firma, es decir, el género de pruebas que a todos nos gusta hacer en nuestros sistemas, ya que, tengamos o no componentes del nivel del de los evaluados, siempre es interesante conocer el desempeño de nuestro más que conocido sistema con otro material.

El primero de los invitados que pasó por mi banco fue el Horus Hybrid con conectores XLR, confeccionado en cobre y plata. Debo decir que tanto con los cables de interconexión, como con los cables de red, la calidad de construcción de los mismos es de lo mejor que puede verse en el mercado, como he podido corroborar tras sucesivos análisis. Además resaltar la categoría de los componentes utilizados en la construcción, como los prestigiosos conectores Furutech. Reseñable como una de sus principales virtudes, la total ausencia de defectos en la confección de los cables, lo que demuestra el especial celo puesto en la calidad percibida, capital en muchos casos en la toma de una decisión de compra.

Suena este Horus Hybrid con una inesperada calidez, sacrificando algo de las por mí siempre valorables transparencia y neutralidad, lo que sorprende en un primer momento por la presencia mencionada de plata en el cable. De escena bien conformada, amplia y abierta, y dinámica más que destacable. Es un cable que cumple muy sobradamente, aunque es diferente a mi confiable Kimber Kable Select, concretamente el KS-1111, al que sustituyó. Esa por otra parte esperable musicalidad tendrá sin duda su cuota de adeptos y será, sin duda, un elemento importante en cualquier posible decisión de compra.

Como elemento a mejorar y en el que siempre que he tenido oportunidad he puesto énfasis, señalaría la seguramente intencionada sobriedad con la que están construidos los cables, que otros considerarán una virtud por el mismo motivo. En mi caso concreto, me tomaría la libertad de recomendar al propietario de la firma el apostar sin complejos por mejorar el aspecto exterior de los cables en cuanto a identidad de la firma, lo que llevaría sin duda a poder competir con rivales que hoy en día son extremadamente respetados en el mercado pero que encuentran su sitio en sistemas de muy alto nivel en muchos casos por lo que visualmente ofrecen y poco más. Nos consta el esfuerzo del propietario de Wires 4 Music en este sentido y yo personalmente le animo a continuar en la línea, con un trabajo que si se sostiene en el tiempo acabará dando sus frutos.

Tras la prueba del Horus Hybrid, llegó otro de los grandes momentos, con el Osiris Signature. Nuevamente en mis manos se encontraba un buque insignia de la firma. El cable en la mano impacta, por su peso, construcción y acabados. Reseñable es la presencia de detalles como el enfundado de los conectores del cable en unas elegantes bolsitas de terciopelo negro. El negro es el color omnipresente en Wires 4 Music, como una muestra de las escasas concesiones a nada que no sea fundamental en la función del transporte de la señal con el menor deterioro posible. Lo instalé en la salida del previo hacia mis etapas de potencia monofónicas y me dispuse a escuchar. Las voces suenan con una transparencia yo diría que insultante, quizás la mejor que he escuchado en el sistema principal. Toda la restitución es más enérgica, más contundente, que con el señalado Kimber Kable Select KS-1111 que empleo habitualmente. La escena la conforma perfectamente, con aire y buena colocación de instrumentos. Siempre he dicho, para los que conozcáis mi sistema, que es imposible llegar a conclusiones definitivas con el grave, ya que mis cajas acústicas de alto rendimiento, con un solo altavoz y con laberinto interior en un recinto monumental, no son las más adecuadas para una evaluación definitiva de esas frecuencias. Mucho más fácil y objeto de mi interés es el medio, que aquí suena delicioso, con voces sin distorsión ninguna, sin grano y de un realismo abrumador.

Este cable, sin duda, extrae lo mejor de un sistema ya muy pensado y afinado y no tengo la menor duda de que tiene sitio en el segmento medio-alto. Con una vuelta de tuerca adicional sobre el diseño de un cable ya muy bien hecho, será fácil encontrarlo en sistemas de referencia a los que, por prestaciones, se hace acreedor. Recomiendo su prueba sobre todo en sistemas reveladores, donde yo creo que se va a desempeñar al máximo nivel.

Cable de cajas acústicas

Llego para mí, en las pruebas que a lo largo de más de un mes estuve efectuando en mi equipo, uno de los momentos más temidos como es la prueba del cable de cajas acústicas. Voy a procurar hacer el entender el por qué de mis palabras. Desde hace bastantes años disfruto en mi sistema, después de otros tantos años de búsqueda, de unos cables de cajas que han encajado a la perfección con el resto de componentes, llevando una sinergia literalmente casi perfecta con fuente, amplificación y cajas acústicas. Se trata de los relativamente poco conocidos Vitus Andrómeda, que en mi caso me ofrecen lo que pretendo, a saber, ausencia total de coloración de la señal. El hecho de probar otros cables, aunque fuesen del nivel al que en este caso le presumía a los Osiris Signature, me hacía temer que sería fácil que no alcanzasen la perfecta integración que tienen los Andrómeda en mi sistema.

Hay que decir que estos Osiris Signature mantienen la altísima calidad percibida de la firma. Impresionan al tenerlos en la mano: pesados, lujosos –sí, dado el nivel de todo lo que se ha empleado, hasta el de la crítica funda– y profundamente discretos, y reitero esto porque lo fácil sería darles una apariencia más festiva para predisponer al aficionado más a su favor. Nada de eso, y el color negro, abrumadoramente dominante, es toda una declaración de intenciones en este sentido.

Tras un buen rato para colocarlos con garantías en mis soportes cerámicos de kilo por unidad, los conecté y dejé el equipo sonando sin escucharlo durante más de una hora para eliminar cualquier tipo de percepción atribuible a factores que no se tratasen del propio cable. Después empecé a escuchar y… ¡cómo suenan! Manteniendo en gran parte la neutralidad y transparencia tan valoradas por mí, encontramos una escena más grande, con más apertura y proyección, con mucho aire y separación, con una dinámica apreciablemente superior a la de los Vitus. La tímbrica esencialmente se mantiene, sin detectar realces no naturales en las frecuencias medias, que me resultan de gran utilidad para la evaluación del cable. Especialmente beneficiados resultan los acompañamientos orquestales de las voces de ópera, que ganan en credibilidad y dan una restitución en conjunto muy convincente.

Una vez más, la serie Osiris Signature se posiciona perfectamente como competencia de un cable que se sitúa entre la referencia y el fuera de parámetros y cuyo precio de tarifa es sensiblemente superior –hay que tener en cuenta los niveles en valor absoluto entre los que nos estamos moviendo-. Es un cable que en sistemas cuya virtud sea de neutralidad absoluta aportará presencia y contundencia, lo que puede no ser del gusto de todo el mundo pero sí convertirlo en la referencia de aquellos que busquen esa respuesta concreta de su sistema.

¿Merece la pena el esfuerzo económico que supone la adquisición de este cable de cajas, y en general, de cualquier cable de la serie Osiris Signature? En mi opinión, rotundamente sí. Será muy complicado encontrar un cableado con estas prestaciones a este precio, sobre todo si nos fijamos en los actores habituales que se encuentran en el nivel de referencia e incluso en el fuera de parámetros. Un cable tan bien hecho y que hace tan bien su trabajo, a este precio, no es lo habitual. Es una apuesta de una gran envergadura económica, cierto, pero da mucho más de lo que pide a cambio. Yo, personalmente, no dudaría en apostar por él.

Conclusiones

Después de una prueba tan extensa, llega el momento de un análisis más reposado, con el fin de comprender hacia dónde va la firma. Y sólo podemos concluir que la evaluación ha sido muy positiva. Partiendo de una gama ya magnífica, extensa y estructurada, se ha buscado aumentar la excelencia de la misma con mejoras, en algunos casos más sutiles, en otros más evidentes, con especial énfasis en el que sería el buque insignia de la firma, la línea Osiris Signature. Son estos cables donde a mi juicio, se ha maximizado la piedra angular de toda la gama: la relación precio-calidad. Esta serie compite dignamente con cables que la superan en precio en varios órdenes de magnitud –en algunos aspectos, incluso los superan–. Sugiero, a la mínima oportunidad que se tenga, probarlos. No habrá lugar a la decepción.

Wires 4 Music

Sistema empleado en la prueba

  • Transporte digital EmmLabs CDSD
  • Convertidor digital-analógico EmmLabs DAC6 DSD
  • Giradiscos Pluto Audio 12ª Black Edition, con brazo Mörch DP-8 y cápsula de bobina móvil Van den Hul The Colibri XGP LW
  • Previo de phono Audio Research Company PH3
  • Previo de phono Plinius Audio Koru
  • Previo de línea Nagra PL-L
  • Etapas de potencia monofónicas Nagra PMA
  • Sintonizador analógico de FM McIntosh MR85
  • Cajas acústicas Acuhorn Rosso Superiore 175
  • Cables de modulación EmmLabs Optilink, Nordost Valhalla Reference y Kimber Select KS1111
  • Cable de phono Clearaudio Sixstream, cable de antena Van den Hul The Antenna, cables de cajas Vitus Audio Andromeda

Grabaciones utilizadas

  • Semiramide, Rossini; Studer/Ramey/Larmore/Lopardo, Deutsche Grammophon, 2008
  • Introspective, Pet Shop Boys; Horn, Manhattan Records, 1988
  • Introducing Carme Canela&Trio, Carme Canela&Trio, Freshsound New Talent, 1996
  • De cine (my favourite things), Laura Simó, Picap, 1998
  • Lorquiana: canciones populares de Federico Garcia Lorca, Ana Belén, Ariola Records, 1998
  • BSO Blade Runner, Vangelis, EastWest, 1994

 

Comments are closed.