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Delicatessen

Tengo que confesar nada más empezar, que la marca suiza Nagra es uno de mis mitos personales. Recuerdo hace unas dos décadas cuando cayó en mis manos una revista o catálogo con el -por entonces- reciente previo PL-P. El enamoramiento que surgió entonces sigue vivo ahora, y se aviva cada vez que veo alguna foto de cualquiera de sus aparatos, más aún si los puedo disfrutar en directo. Y no creo que sea el único… hay marcas y aparatos en esta afición nuestra que despiertan deseos más allá de lo racional, más allá de si ofrecen buenas prestaciones o de cómo suenan.

Hasta ahora además, mis acercamientos a los aparatos de la marca suiza se habían producido de forma limitada, en alguna exhibición, así que ante la oportunidad de probar en casa su conjunto de previo y etapa la respuesta lógica, y efusiva, no pudo ser otra que ¡por supuesto!. Se trata del previo de estado sólido Melody, que es su previo más asequible (aunque esta palabra combinada con Nagra es, digamos, relativa), y de la etapa estéreo también de estado sólido MSA, que también es su etapa más económica.

Nagra_Melody_MSA

Descripción

Decía más arriba que hay aparatos cuya experiencia va más allá de lo funcional, yo desde luego que con estos Nagra esperaba que fuera así, ¡y así fue!. Sólo desembalarlos ya aprecias que estás ante algo diferente, por el cuidado de su doble embalaje con bien resueltas protecciones a prueba de transportistas sádicos, por las fundas de tela que cubren al aparato dentro de sus espumas moldeadas, por el cuidado mostrado con sus manuales de usuario (que además de precisas instrucciones contienen las gráficas de prueba realizadas en cada unidad antes de abandonar la fábrica)… Y puedo seguir con el detalle de ofrecer unos guantes de seda para poder manipular el aparato sin mancharlo ni arañarlo, pero me quedaré en lo último y no por ello menos importante: cuando ves, y tocas, el aparato en sí, cuando lo colocas en tu sistema, cuando lo conectas, cuando manipulas sus mandos… Todos esos momentos están llenos de placer táctil y visual. Sí, antes incluso de escuchar cómo suenan, los Nagra ya se han ganado tu cariño. He probado muchos aparatos y la verdad es que no recuerdo ninguno que me produjera estas sensaciones. Los suizos saben mucho de hacer máquinas que emocionan, da igual que su función sea reproducir sonido o marcar la hora.

Nagra_Melody_trasera

Pero vayamos a conocer en la práctica cómo son este previo y esta etapa. El Melody es un previo de línea con cinco entradas no balanceadas, una de las cuales será de fono si monta la placa opcional interna, y dos salidas, una balanceada y la otra no. Además cuenta con otra entrada, balanceada, que no pasa por el circuito del previo: es un “bypass” algo extraño puesto que hace eso, puentear esa entrada hacia la salida balanceada, cuando el aparato está apagado. Las entradas y salidas están sin sorpresas en la parte posterior (recuerda que otros previos de Nagra las han tenido orientadas lateralmente) y delante tenemos el botón principal de puesta en marcha y selección de fuente, dos potenciómetros para volumen (graduado) y balance que están motorizados y pueden manejarse a distancia, y el ya popular indicador de nivel, con iluminación regulable, y que indica no el nivel de la entrada seleccionada sino el de salida (variable con el volumen lógicamente), lo que también me parece extraño. Hay otros cuatro pequeños interruptores: para seleccionar qué salida está activa (balanceada o no, las dos a la vez no es posible), para activar la ganancia extra (+12dB), para enmudecer las salidas o para mezclar las señales (mono).

Nagra_Melody_detalle_frente2

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