Otra instalación digna de resaltar sobre las demás es la formada por servidor y nuevas cajas acústicas modelo Roma de la italiana Diesis Audio y amplificación de la veterana Jeff Rowland. Estas cajas acústicas de belleza incuestionable, consiguieron llenar la sala donde estaban ubicadas –de unos 100 m2 y 6m de altura de techos– con facilidad, autoridad y mostrando una inmediatez y sinceridad sorprendente. La característica suavidad y el confort de escucha que la electrónica Jeff Rowland aporta, casa a la perfección con la resolución y pegada de estas espectaculares cajas acústicas. Una sinergia estudiada a conciencia por el distribuidor español, que para salas más pequeñas, también puede recurrir a la magia de la japonesa Kondo, que me adelanto a asegurar debe ser otro acierto seguro.
La instalación completa de Gryphon, con las cajas acústicas Trident II amplificadas por el integrado Diablo 300 manifestaron un nivel de calidad muy alto también. Hermanas mayores del modelo Pantheon que analicé hace escasas semanas, el ajuste mayor de las frecuencias graves que permite su diseño activo, posibilita adaptarse a salas complicadas con mucho más acierto –y en una demostración realizada en un salón de un hotel es casi siempre una ventaja determinante para un óptimo resultado final–.