En mi opinión también hubo decepciones, como la sala de Imacústica con las mastodónticas cajas acústicas Martin Logan Neolith y amplificación Constellation. Sistema de primer nivel, completado con el giradiscos TechDas Air Force III, que sin embargo no permitía mostrar sus cualidades por un ajuste de las frecuencias graves deficiente por exceso –parece mentira la cantidad de expositores que caen continuamente en ese defecto, que no se entiende especialmente en este caso, por disponer las Neolith de un grave activo y ajustable–.
Mismo defecto que aprecié en la sala de Bowers y Classe, que parecía más una discoteca, con un volumen desenfrenado, que un sistema de alta fidelidad –francamente temí por la integridad de algún woofer, con una excursión de los mismos preocupante–.
Como sistema razonable por su coherencia, precio contenido y simplicidad, debo resaltar el sistema Tannoy–Unison Research. Un placer su escucha, con un timbre preciosista y un confort muy alto –especialmente al lado de tantos excesos relatados–.