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¡La mayor parte de las marcas de alta fidelidad que conectan más con mis preferencias sonoras son suizas! Nagra, Soloution, Thales, DartZeel y como no CH Precision. Hay muchas más que me llevaría un rato nombrar, y es que no sé que tienen esas tierras, si es el clima, su gusto demostrado por la alta calidad o estar en el corazón de Europa contando con recursos, proveedores y empresas secundarias capaces de proporcionar cualquier componente rápido y bien. Sea como fuera, casi todo lo que fabrican los suizos es bueno y CH Precision no iba a ser la excepción.

En el High End de Munich, durante años he podido ver y escuchar sus productos en magnífica sinergia con componentes del más alto nivel. Además recuerdo muy gratamente el Audio Show del año 2016, donde pude disfrutar posiblemente el mejor sonido que  jamás encontré en ese evento, el producido por CH junto con cajas acústicas Stenheim –qué casualidad también suizas–. Así que con estas buenas referencias en la memoria, cuando Miguel Carvalho nos ofreció un conjunto completo CH para presentar nuestras cajas acústicas Kroma Audio Elektra en el último Enosound, sabía que sería un éxito. El sonido mostrado en Bilbao fue de gran nivel, pero me quedó la espina de no poder disfrutar del conjunto digital completo. Con el tiempo justo para el evento venían de Suiza tanto el DAC C1 como el reproductor/transporte D1, y éste último precisamente se extravió en el camino, llegando a tiempo solo el DAC. Salimos del paso usando un magnífico reproductor T+A como transporte, pero allí mismo Raphael Pasche de CH me propuso la realización de esta review para que viera y contara de lo que son capaces de ofrecer este conjunto. ¡Vamos a ello!

Filosofía

CH precision no es la típica compañía fabricante de electrónica de alto nivel que dispone de un catálogo más o menos extenso, y se dedica a mostrar y vender sus productos de manera habitual. En CH dan soluciones y opciones a sus clientes para que ellos sean los que configuren sus productos, y elijan cuáles de ellos adquieren, según su nivel de exigencia y presupuesto. Esto que a lo mejor es difícil de entender, con un ejemplo se ilustra de manera más sencilla: si buscamos un DAC el C1 sería nuestra elección, pero también podemos encargarlo monofónico con tres chasis, y además, si queremos mejorar todavía más, con fuentes de alimentación externas para cada uno. Si a eso añadimos la cantidad de opciones mediante tarjetas externas que se pueden sumar a la parte trasera del mismo, podemos elegirlo como un auténtico traje a medida.

Además de esta particular manera que tiene la compañía de cubrir las necesidades de sus clientes, éstos son cuidados también mediante actualizaciones y mejoras constantes de sus productos. Especialmente en el apartado digital, las múltiples ranuras traseras de las que disponen ambas piezas, permiten actualizar sus productos a las últimas especificaciones, sin necesidad de sustituirlos íntegramente por otros más recientes.

Pero dentro de la filosofía de la firma no puedo obviar la obsesión de proporcionar la mayor calidad constructiva posible. Sus productos no solo son bellos, están construidos como una roca, grandes y pesados. No dejan ningún detalle al azar, ni en la información proporcionada en el manual de usuario –que se convierte en lectura para un día entero–, ni en los accesorios suministrados –incluyendo herramientas para su montaje–. La sensación que transmiten es la de utilizar los mejores componentes y materiales posibles en el mercado.

Construcción

Para esta prueba recibí el conjunto C1 + D1 sin las fuentes de alimentación externas X1 que tanto mejoran su rendimiento. Aún así es un sistema de auténtica referencia y más aún con las tarjetas opcionales que traían instaladas –Sync_IO, USB_IN, Ethernet_IN y Analog_IN– que dotaban al mismo de funciones extra y una versatilidad de primera.

Ambas unidades comparten diseño y dimensiones en sus chasis –440x440x133mm–, de un elegante color gris, con un gran display Amoled a color y un peso que impresiona a cualquiera que no ha tenido contacto anterior con la marca –24 kilos el DAC y unos brutales 32kilos para el transporte–.

 

La estética rotunda y minimalista, es compartida por los dos dispositivos –y por casi todos los de su catálogo, todo hay que decirlo–. Ausencia de botones y solo un gran selector circular a la derecha del frontal, mediante el cual, girando sus dos piezas concéntricas a derecha e izquierda y pulsando el centro para seleccionar, accedemos a sus completos menús y opciones. Una gran pantalla a color da el toque llamativo al conjunto, a la vez que ofrece una legibilidad perfecta incluso a larga distancia. Como licencia al diseño y siendo sello inconfundible de CH Precision, encontramos una curva mecanizada en su grueso frontal.

Destacar que ambas piezas vienen con sólidos pies con material gomoso en su base, pero como accesorios incluidos encontramos unas magníficas y sobredimensionadas puntas metálicas –acompañadas por discos de material plástico para proteger nuestro rack–, que se insertan y regulan desde la parte superior de los aparatos, retirando unas tapas circulares del mismo color del chasis con una pequeña ventosa incluida también. Para esta prueba no las hemos usado, pues el nuevo rack tope de gama de la firma Artesanía que empleamos para la prueba, modelo The Absolute Rack, cuenta con discos de desacoplo de madera de Panzerholz que se colocaron en contacto directo al chasis de los componentes.

La parte trasera de ambos aparatos, tan configurables por los usuarios mediante tarjetas como ya dijimos, ponen de manifiesto las opciones que tanto el transporte como el DAC nos ofrecían. El DAC C1 vino con las tarjetas –y me refiero solo a las opcionales– de entrada analógica, de streaming Ethernet, de entrada USB y de sincronización con reloj. El transporte D1 solo contaba con la salida opcional de reloj, que pudimos utilizar en todo momento con el cable BNC suministrado por el fabricante para una perfecta sincronización entre los dos componentes. La ausencia de salidas analógicas limitó las funciones del D1 a las estrictamente de transporte, pues como sabemos también puede comportarse como lector integrado de CD y SACD.

Destacar que la conexión digital elegida entre ambos componentes fue la exclusiva de la marca CH Link. Con conectores de aspecto derivado del ámbito informático, este tipo de conexión permite la transferencia sincronizada de contenido de audio de alta definición, siendo el enlace óptimo entre el D1 y el DAC C1. Es la conexión recomendada por el fabricante, y tras pruebas de sonido, también por el distribuidor en nuestro país Ultimate Audio, de manera que decidimos emplearla de manera continua en la prueba, con el cable CH Link también suministrado de serie. Resumiendo, dos cables digitales empleamos, el BNC para la tarjeta de reloj y el CH Link para la transmisión de datos.

En cuanto al corazón del DAC C1 y responsable de su sonido, para cada canal se utiliza un motor DSP 2.4GFLOPS completamente programable para los siguientes procesos:

  • Procesamiento CH-HiD patentado para sobremuestreo de datos a 705.6kHz/768kHz
  • Conversión directa de DSD a PCM a 705,6 kHz con filtros de paso bajo seleccionables
  • Mejora de la resolución para flujos de datos de menos de 24 bits de resolución
  • Convertidores D/A de codificación de datos
  • Este motor DSP también linealiza cada uno de los cuatro convertidores R-2R, teniendo en cuenta su nivel de salida absoluta y el desplazamiento de CC, gracias a un proceso de calibración que se realiza en fábrica pero que también puede realizar el usuario para mantener una óptima operación temporal

Las placas conversoras D/A son completamente dual mono con una placa por canal. Se ha creado un conjunto dedicado de fuentes de alimentación reguladas para cada canal a fin de mantener la separación de canales al máximo. Cada canal utiliza cuatro convertidores R-2R en un diseño equilibrado, que crea directamente desde el proceso de conversión D/A una señal analógica balanceada.

 

Para finalizar, comentar que el único aspecto que yo veo a mejorar es el diseño del mando a distancia. Si bien es cómodo y original el hecho de que no tenga pilas y se recargue colocándolo mediante magnetismo en un costado de los aparatos, también es demasiado parco en prestaciones. Por esa razón, funciones básicas para mí como la inversión de fase debe realizarse en el aparato, con los controles y el display.

Sonido

Es difícil destacar un aspecto del sonido de este conjunto digital, cuanto toda raya a tan alto nivel. Al igual que en el caso de las amplificaciones a transistores, el tópico de que las configuraciones a válvulas suenan más naturales que las de estado sólido ya no se sostiene. Fuentes digitales del más alto nivel como esta, suenan tan orgánicas y detalladas como las que montan alguna válvula en su interior, y encima con más estabilidad y menor mantenimiento. Este es el caso del combo de CH Precision, cuyo sonido es del primer nivel pero con alguna particularidad frente a mi sistema habitual.

Aunque en esta prueba me referiré la mayor parte del tiempo al sonido del conjunto, quiero incidir de manera importante en un elemento al que muchos aficionados no prestan la atención que merece: me refiero al transporte. Si nuestra intención es continuar disfrutando esa colección de CD’s que tanto nos ha costado reunir, recomiendo no subestimar la importancia de una buena mecánica de reproducción. En mi experiencia tiene tanta importancia como el mismo DAC –por no decir que incluso más–. El transporte CH Precision D1 es un aparato sublime, capaz de satisfacer todas las necesidades de cualquier aficionado, como pasó en mi caso con la configuración que traía de fábrica. A la tarjeta de salida digital que trae de serie el aparato con salidas  AES/EBU,  SPDIF y Toslink, además de la propia CH Link, se sumó la opcional de reloj que posibilitó su perfecto sincronismo al DAC.

Su tamaño y peso de 32kg ya prometen una estabilidad de primera, pero su mecánica Teac VMK-5 garantiza una precisión y fiabilidad de referencia. También por qué no decirlo, comodidad. Acostumbrado a mi transporte de carga superior con clamp, una funcional bandeja se agradece una temporada. Pero esta no fue la única diferencia con mi habitual transporte MBL. El sonido del CH Precision D1 fue más ágil y ligeramente más dinámico, aunque un poco menos romántico. Gustos personales y no fundamentos objetivos pueden decidir cuál preferimos, aunque he de reconocer que el CH me ha sorprendido muy gratamente, siendo el único transporte que ha mantenido el tipo frente a mi MBL. Mecánica absolutamente top.

Volviendo al sonido mostrado por el conjunto, resaltar que se encuentra al nivel de esas pocas fuentes digitales que me han deslumbrado hasta el momento –me refiero como no al dCS Vivaldi o al Nagra HD DAC–. Ligeras diferencias de estética sonora, que no de prestaciones puras y duras, pueden decidir nuestra elección y por eso paso a destacarlas. El dCS quizás tenía algo más de aireación en el extremo agudo, pero el CH Precision es superior en el peso que confiere a la música, con unos graves definitivos. Es un sistema digital ideal para funcionar en sistemas de referencia y aprovechar la contundencia de cajas acústicas poderosas. El DAC de Nagra muestra una presentación de la escena algo más relajada que el CH, pletórico de energía e intensidad.

El sonido del combo C1+D1 de CH Precision despliega una limpieza, precisión y detalle fabulosos, que posibilitan mostrar una fidelidad tímbrica al alcance de pocos elegidos. Cada instrumento es reproducido de una manera tan real, que me obliga a reflexionar sobre la evolución de la tecnología digital en estos últimos años. Aunque siendo objetivos, todas las fuentes de reproducción, tanto digitales como también analógicas viven una evolución muy importante, que conforman el verdadero avance actual en la reproducción sonora.

El conjunto tiene un sonido limpio, creíble y no exagera ningún rango de frecuencias buscando alguna agradable coloración que les proporcione una forzada suavidad o calidez. Si tenemos un sistema que nos ofrece un sonido algo seco o duro por falta de equilibrio en todas sus frecuencias, el conjunto CH no solucionará el problema. No conferirá un carácter más humano a la reproducción, no proporcionará armónicos a un sistema que tenga una carencia grande de ellos. Aporta ni más ni menos que absoluta fidelidad a la grabación, con detalle extremo, respeto escrupuloso a los timbres de cada instrumento, riqueza armónica y “color” en la música natural, sin aspavientos ni exageraciones y una dinámica y pegada envidiable. ¡Qué más se puede pedir en un producto de primer nivel! Esta es una fuente digital para sistemas bien ajustados y que busquen el límite en prestaciones puras y realismo.

La presentación de los músicos dentro de la escena es enérgica, llevándolos a un plano cercano que nos sumerge e implica en el evento musical. No tiene un carácter laidback, con una escena lejana, no. La música está delante nuestra, con intensidad y acusada holografía de los intérpretes. Especialmente destaco la manera en la que dibuja las voces, pues fluyen tan libres de grano y con tantos matices e inflexiones que se disfrutan de una manera especial.

Tras comprobar a satisfacción el rendimiento de las dos piezas conectadas con su cable CH-Link, pensé en utilizar la entrada USB de su DAC C1 –básica para la mayor parte de los aficionados hoy en día–, y para ello utilicé como fuente mi servidor Innuos Zenith SE MKII. Utilicé un cable USB de Totaldac y otro Ethernet de la misma compañía francesa –merece la pena jugar con diferentes cables Ethernet pues, aunque parezca mentira, influyen de manera clara en el sonido–. La conexión entre servidor y DAC fue instantánea, y la sinergia magnífica. Quizás sea una de las veces que mejor me ha sonado el magnífico servidor portugués, con un extra de peso en graves que siempre acerca algo más el sonido digital al analógico. Se necesita una mecánica de transporte de muy alta gama, como este D1 de CH Precision, para seguir observando su superioridad sobre los últimos y más modernos servidores de música. Sin duda la entrada USB del C1 está optimizada a la perfección, proporcionando la mejor calidad posible, si tenemos un buen cable claro.

Otro aspecto que no podía dejar pasar sin probar, era la opción del DAC de funcionar también como previo de línea. El C1 permite un control de volumen en el rango de -95.5 dB a +24.0 dB (con pasos de 0.5dB), con capacidad de silenciamiento total cuando el volumen se baja a menos de -95.5 dB. La ganancia positiva (+0.5 dB a +24.0 dB) solo es posible cuando la señal entrante es inferior a 0 dBFS (escala completa). De lo contrario, C1 reducirá automáticamente el volumen para evitar cualquier posible clipping. La corrección de balance izquierda/derecha también está disponible en un rango de +/- 6dB (con pasos de 0.5dB).

El control de volumen se logra mediante una combinación de atenuadores analógicos y de multiplicación digital de alta resolución. Dependiendo del rango del volumen en el que se trabaje en cada momento, el atenuador analógico atenúa con mayor o menor intensidad de dBs, al igual que el DSP. El resultado es magnífico, y sustituyendo en mi sistema al previo Ypsilon PST 100 MKII, la calidad de sonido se mantuvo prácticamente al mismo nivel –hay que tener en cuenta que siempre escucho en modo pasivo sin influencia sonora de ninguna válvula–. Esta misma prueba la he efectuado en otras ocasiones, incluso usando mi DAC Nagra HD como previo, y esta es la ocasión en la que he encontrado un mayor silencio y fondo negro –cualidades que aprecio básicas–. Pienso que puede ser una opción a recomendar para un usuario que esté configurando su sistema de sonido, que en vez de adquirir inicialmente un preamplificador, adquiera un C1 como DAC y previo y si puede le agregue una fuente de alimentación externa X1. SI el rendimiento del C1 es impecable como DAC, también lo es como preamplificador, pudiendo convertirse en el corazón de una configuración del más alto nivel.

 

Conclusiones

El sonido del conjunto digital de CH Precision C1 + D1 coincide en mi opinión con el planteamiento sonoro que debe tener una fuente digital del mayor nivel. Respeto absoluto a la grabación a reproducir y no agregar ninguna coloración a la información contenida en el CD o fichero digital que nos muestra. Y esto lo hace a la perfección, pues no escatima resolución, detalle, rapidez, dinámica… y todo ello con un refinamiento estelar y una ausencia de grano que cautiva desde las primeras notas. Especialmente destacada es su generosa respuesta reproduciendo frecuencias bajas, con un control y precisión sublimes, pero mostrándose autoritarias y presentes.

CH Precisión con su conjunto C1 + D1 mantiene el listón de la reproducción digital en lo más alto, mirando de tú a tú al audio analógico sin complejos, y mostrando su superior versatilidad y facilidad de uso. Su rendimiento junto a las fuentes externas X1 lo adivino definitivo para cualquier usuario que busque lo mejor de lo mejor. ¿Merece la pena hacer referencia a su precio? ¿Cómo no va a ser elevado con esta calidad de construcción y cualidades sonoras? CH Precision por derecho propio se ha situado como una de las referencias absolutas de la alta fidelidad del mercado por la calidad de productos como estos. Solo me queda dar la enhorabuena a sus ingenieros, que además de grandes diseñadores son personas de gran valor humano.

CH Precision D1 con 1 salida digital – 33900€

CH Precision C1 con 1 entrada digital – 26900€

Distribuye Ultimate Audio

EQUIPO UTILIZADO EN LA PRUEBA

Cajas acústicas

  • Kroma Audio Elektra

Amplificación

  • Preamplificador Ypsilon PST-100 MKII
  • Etapas monofónicas Ypsilon Aelius

Cables

  • Interconexión Stealth Audio Sakra y Tara Labs Zero Evolution
  • Digital S/PDIF Tara Labs Omega Zero
  • Altavoz Kroma Audio
  • Corriente Kroma Audio

Accesorios

  • Vibex Granada, Acoustic Revive RR-77 y Vibex Pies de Résistance

 

 

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