El giradiscos TechDas Air Force One Premium presume de un refinamiento inigualable al primer golpe de vista, transmitiendo la sensación de estar ante un producto fabricado bajo los más altos estándares de calidad existentes. Podríamos calificarlo sin faltar a la realidad, como un producto de alta fidelidad de absoluta referencia, que cuenta en su interior con tanta tecnología que parece sacado de un equipamiento de laboratorio japonés. Las interesantísimas explicaciones de Mr. Nishikawa no hacían más que incrementar la admiración de los asistentes sobre su tecnología única, empleada en aumentar la calidad de la reproducción sonora, pero a su vez siempre facilitando la usabilidad y simplificando las tareas de ajuste de su más que afortunado propietario.
El conjunto que formaba con el brazo SAT es inigualable. No en vano, el Air Force One es el giradiscos que Marc Gómez tiene en su propio sistema y por lo tanto la sinergia entre estos dos componentes está asegurada y es perfecta. Y hablando de perfección, este es el mejor adjetivo que se me ocurre cuando pienso en el magnífico y bello SAT. Es un orgullo que, aunque fabricado en Suecia, sea español el diseñador de esta perfecta herramienta, capaz de sacar el mayor partido posible a nuestros vinilos, cápsula y giradiscos –como le gusta explicar al propio diseñador–.
Junto a la cápsula TechDas TDC01 Ti, la música que salía de esta configuración analógica fue magnífica, sin concesiones a un sonido clásico con confort de escucha pero sacrificando definición y precisión. Este moderno sonido analógico lo tiene todo, mostrando un lenguaje musical pleno de relajación, sin pérdida de un ápice de detalle, conservando la dinámica natural que un vinilo transmite, pero exhibiendo una precisión digna del mejor reproductor digital.
A pesar de que todos los asistentes al show nos sentimos seducidos por este set up analógico, he de destacar también el conjunto digital exhibido –que por cierto esperaba oír con gran interés–. Durante años disfruté de un combo EMM Labs –DAC2X y transporte TSDX–, del que conservo un recuerdo muy satisfactorio. Por eso cuando me enteré de que la firma americana sacaba al mercado un nuevo conversor de superior nivel, me atrapó la curiosidad. No me defraudó en absoluto y solo espero poder escucharlo con más tranquilidad para sacar conclusiones más fundadas. Junto a un reproductor Accuphase actuando como transporte –concretamente el modelo DP-430–, se demostró la calidad de ambos aparatos. No puedo decir que sonaba al mismo nivel que la fuente analógica, pero tampoco era un paso atrás demasiado claro y contundente volver a la reproducción digital. Incluso cuando se empleaba el servidor Aurender como fuente, en vez del transporte convencional. Tenían enfrente el rival más duro imaginable y mantuvieron el tipo, ¡enhorabuena!
Con estas fuentes Gryphon demostró todo lo que es capaz de ofrecer, que es mucho: amplificación con un timbre de gran naturalidad, riqueza y control, junto a una contundencia y solvencia que posibilita manejar cajas acústicas tan monumentales como estas Gryphon Kodo a la perfección. ¡Qué cajas! Impresionantes tanto en estética como en rendimiento, son desgraciadamente, un lujo al alcance de muy pocos.
Evento marcado por el nivel indiscutible de las fuentes exhibidas –especialmente la analógica–, que nos vuelve a demostrar la calidad sobresaliente de los productos de la marca Gryphon –tanto electrónica como cajas acústicas–, la maestría de los responsables de Ultimate Audio en exponerlas y su amabilidad en mostrarlas. Agradecerles en grado sumo el esfuerzo realizado, junto a Cayetano Castellano de Audio Club Premier, para dejarnos soñar con ser dueños de semejantes joyas, aunque solo sea por unas horas. No faltó ni un detalle, magnífico sonido, vino, cava, aperitivos, charlas y por si esto fuera poco, la presencia de David Mallén de Kleifri Records para facilitar un feliz regreso a casa, imaginando escuchar ese vinilo que nos faltaba y que hemos adquirido, en un Air Force One Premium. Soñar es gratis. Gracias por todo.
