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Munich High End 2022: ¡Nunca es tarde si la dicha es buena!

Sé que lo que voy a decir no es una frase de gran filósofo precisamente. Aún así, ¡cuántas cosas hay en la vida que cuando realmente se echan de menos es cuando no las tenemos! Esta fue la sensación que un servidor de ustedes –y supongo que muchos amantes del sonido absoluto- tuvo en los años 2020 y 2021 con motivo de la “no celebración” –Covid-19 mediante- del gran cónclave mundial del sonido de excepción por antonomasia: el certamen High End de Múnich. Cierto que nuestro planeta siguió dando vueltas alrededor de su eje y por tanto la vida siguió, pero faltaba algo para todos aquellos a quienes les gusta ver y tocar lo último en reproducción sonora de alta calidad y, de paso, socializar con quienes lo hacen posible. Esta sensación pasó a mejor vida durante los días 19 a 22 del pasado mes de mayo y por fin se recupero la normalidad: Múnich High End volvía a celebrarse… no a plena potencia, cierto, pero sí con un gran nivel tanto en términos de número de participantes y asistentes como de productos y equipos en demostración. Y además hubo tanto novedades de producto muy jugosas como innovación pura y dura, lo que tiene mucho mérito habida cuenta de los problemas con los que se han encontrado muchas empresas para acceder a determinados componentes como consecuencia de las ya conocidas “incidencias” habidas en la cadena de suministros a escala planetaria.

Nuevas ideas para un certamen y un sector eminentemente conservadores

Es la presente mi primera crónica sobre el certamen High End en hifilivemagazine.com. Y además no es la única porque otro colaborador –bastante más joven que yo, y probablemente con un enfoque diferente del mío en lo que concierne a nuestra común afición, algo que considero muy enriquecedor- que también asistió al evento y suele cubrirlo en cada edición ya ha publicado el suyo. Por lo tanto, decidí que transcurrieran un par de semanas –no un par de meses, como hacía en el pasado- desde mi regreso de Múnich para poder enfocar todo con perspectiva. No les negaré que tuve el correspondiente “pollo” con el boss de hifilive, hombre de Internet y por tanto que domina la mecánica de un medio con el que no me acabo de sentir cómodo del todo, aunque por la cuenta que me trae todo se andará. Total, para ver toneladas de fotos del certamen bávaro hay un montón de medios –sobre todo en Internet, donde la limitación de espacio no es tan acuciante como en las revistas impresas- aunque, por si acaso, un servidor tampoco se ha quedado corto y ha decidido acompañar –como no podía ser de otro modo- el presente reportaje con una buena selección de imágenes. Por otro lado, ya les adelanto que, como llevo haciendo desde hace ya muchos años, tampoco pienso marearles con una reseña interminable de marcas a fin de concentrarme en lo conceptual y, por supuesto, en algunos componentes y, sobre todo, equipos que considero particularmente relevantes por su excepcionalidad.

Dicho lo anterior, lo primero que diré de este High End 2022 es que “eran todos los que estaban pero no estaban todos los que son”, una afirmación que podría extender a ediciones pasadas –he asistido a todas las ediciones del certamen desde que empezó a celebrarse en Múnich en el ya lejano 2004- pero que este año se hizo más palpable. Y es que la sombra de “Mr. Bug” es alargada y esto se dejó notar en la ausencia tanto de actos que implicaran cierta concentración de público como de expositores en los que el contacto físico con objetos –LP’s, CD’s, SACD’s- fuese la norma. Aun así, hay que reconocer que el descontrol “post-Covid” ha comportado contradicciones notables porque por un lado lo que acabo de decir es bien cierto y por otro había salas con aglomeraciones puntuales “importantes” –Nagra, Harman Luxury Audio, ZenSati-Lorenzo- que invitaban a reflexionar sobre la utilidad de algunas medidas que se han aplicado durante los dos últimos años a escala planetaria. También vi menos profesionales de la prensa especializada, signo inequívoco de que hay mucha gente que sigue siendo reacia a volar precisamente por esas contradicciones a las que acabo de hacer mención (en el caso de los aviones, llama mucho la atención el hecho de que en función de la compañía aérea que se elija sea o no obligatorio el uso de mascarilla).

Otra “ausencia” para mí importante fue la del opulento catálogo de la feria, en este caso por algo tan sencillo como los costes que comportan realizar una tirada mínimamente decente. Me comentó al respecto uno de los responsables de la High End Society –entidad que organiza el certamen High End- que cada año había que tirar a la basura un montón de ejemplares, por lo que se tomó la decisión de no volver a editar el catálogo en cuestión… una pena. A cambio, se editó una revista –de calidad, eso sí- de 50 páginas en formato folio con la portada protagonizada por el legendario Alan Parsons, ingeniero responsable del mítico Dark Side of The Moon de los Pink Floyd y más adelante líder de su propio grupo musical, el muy notable The Alan Parsons Group, al que se deben maravillas como “Tales of Mistery and Imagnation” y I Robot (sus primeros dos álbumes). Vi al Sr. Parsons, imagen de este Múnich High End 2022, en persona –este año cumplirá 74 primaveras y haría bien en sacarse unos cuantos kilos de encima- el sábado 21 de mayo entrando en un reservado de la zona de prensa al que lógicamente no me permitieron entrar. Da igual: ahí queda su obra, que continúo disfrutando… ¡sobre todo en las maravillosas versiones con soporte vinílico firmadas por MFSL!

Si me permiten ahora un poco de “política”, diré también que este año percibí cambios relevantes con respecto a ediciones recientes. Así, por ejemplo, el McIntosh Group no expuso en el M.O.C., como venía siendo la norma, sino que lo hizo a puerta cerrada, durante los dos días –hasta la edición de 2019 sólo era uno; buena decisión la adoptada por la organización habida cuenta que a Múnich acuden marcas de todo el mundo- “profesionales” para atender con la debida calma a importadores nacionales y responsables de tiendas. No fui invitado –tampoco tenía por qué- y por lo tanto no les puedo decir lo que se coció en ese espacio dedicado. Lo que sí les puedo decir es que el que durante muchos años fue el importador de Sonus faber para Alemania –de hecho, era en su amplio salón donde se podían ver y escuchar los modelos de la célebre marca italiana- mostró este año marcas completamente nuevas: giradiscos VPI en vez de EAT –marca que en la edición de 2019 ya no estaba con dicho importador- o cajas acústicas Perlisten y Wilson Audio en vez de Sonus faber y electrónicas VTL –que fallaron en público- en vez de Audio Research –que ya no pertenece al McIntosh Group y expuso, sin sala, en uno de los humildes “chiringos” de la planta baja- mientras que McIntosh, que solía exponer en solitario, simplemente no estaba. Como ven, una “movida” en toda regla que certifica el clásico “en todas partes cuecen habas”.

Otra empresa importante que este año también decidió –aunque manteniendo un espacio, con demostraciones incluidas, más que digno en el M.O.C.- presentar sus novedades –con posibilidad de escuchar las icónicas y monumentales cajas acústicas Focal Grande Utopia EM Evo- en un espacio separado fue Vervent Audio Group, empresa matriz de las legendarias marcas Naim y Focal. Aquí sí me invitaron pero resulta que un servidor de ustedes se despistó y se presentó allí el sábado 21, con todo ya desmontado. Siento el despiste, aunque para cumplir con ustedes publicamos una preciosa e impactante –la electrónica de amplificación “top” de Naim Audio mantiene intacta su capacidad de seducción pese a llevar varios años en el mercado- fotografía que nos ha enviado el responsable de marketing de SiT&B, importador exclusivo para España de las marcas en cuestión.

Decía en el presente titular “Ideas innovadoras”. Y la verdad es que así fue en este Múnich High End 2022. No muchas, como corresponde a una exhibición que, como no me canso decir nunca, representa a un sector que desde hace ya bastantes años es muy conservador, y además en todo el mundo. No obstante, quede claro que cuando hablo de “conservador” me refiero a lo conceptual porque las mejoras en tecnología y materiales son innumerables e imparables… de hecho, una constante. Dos fueron esas innovaciones a las que me acabo de referir: la feria de componentes OEM para la industria del audio y un nuevo espacio bautizado con el nombre de “World of Headphones”. Las comento brevemente. En el primer caso se trataba de proponer, en un espacio completamente separado del principal, un evento, de nombre IPS Munich, específicamente dedicado a los fabricantes de bobinas, condensadores, paneles metálicos, resistencias, programas de diseño asistido por ordenador, “chips” de conversión D/A, módulos de amplificación analógicos y “digitales”, cables, conectores, muebles, sistemas de aislamiento del sonido, equipos de medida… en definitiva a ese sinfín de componentes y tecnologías sin los cuales es imposible poner a punto altavoces, cajas acústicas, amplificadores, streamers o reproductores portátiles, por ejemplo. Un evento que como consecuencia de la imprevista explosión del Covid-19 en Extremo Oriente quedó deslucido –un porcentaje muy notable de participantes tuvieron que cancelar su presencia en Múnich- y por lo tanto tuvo que conformarse con integrarse, como había sido siempre, en uno de los “Halle” –Pabellones- de la planta baja el M.O.C., pero le aseguro que todo se andará. En lo que respecta al “World of Headphones”, es una consecuencia directa de la explosión experimentada por los auriculares y el audio “Hi-Res” portátil –con los pertinentes amplificadores y DAC’s- en los últimos años. Por hacer un símil, el “World of Headphones” viene a ser la Soundfest de Supersonido aunque –lógicamente- con más producto, lo que multiplica el valor del evento celebrado por el establecimiento especializado bilbaíno-barcelonés el pasado mes de abril por cuanto ha sido el único dedicado al audio de alto nivel que ha tenido lugar en nuestro país desde octubre 2019. De todos modos, es importante señalar que algunos grandes nombres en el ámbito de los auriculares, como por ejemplo Stax o Final Audio Design, no estuvieron presentes en el nuevo espacio muniqués –diferenciado, aunque no separado, del resto del certamen High End- mientras que otros, como Audeze, optaron por prestar sus productos a fabricantes de electrónicas y otros, como las alemanas Sennheiser y Beyerdynamic, no vinieron a Múnich. La verdad es que esta nueva propuesta me pareció fantástica por cuanto permitía, y además con toda la libertad y calma del mundo, probar –¡y comparar!- tantos productos como se nos antojara. ¿Marcas? Ahí van unas cuantas interesantes: Abyss Headphones, Astell&Kern, Burson, Dan Clark Audio, Earmen, Feliks Audio, Meze Audio, RAAL requisite, Sendy Audio, Spirit Torino, Warwick Acoustics o ZMF Headphones.

Continuando con los auriculares, asistí a una rueda de prensa organizada por la japonesa Final Audio Design, alias final, para presentar la edición limitada de su formidable modelo con transductores magnéticos planos D8000 Pro. Sobra decir que, como corresponde a una marca que es la expresión última del perfeccionismo y la pasión por los detalles que caracterizan a los japoneses, estamos ante un prodigio tecnológico que satisfará a los más exigentes. La presentación, en la que participó el hijo del recordado Yoshihisa Mori, amigo del también fallecido fundador de final, Kanemori Takai, y uno de los responsables de la puesta a punto del formato SACD, estuvo precedida por un vídeo que reflejó a la perfección el “ethos” de la marca, materializado en un bello equilibrio entre el respeto por la tradición y la excelencia en los materiales y la tecnología aportando a la vez soluciones originales y elegantes en términos de concepto… en este sentido, la enumeración del currículo del responsable científico de final apabulla.

Componentes y equipos: gran nivel en la puesta en escena y, como siempre, “geometría variable” en calidad sonora

Toca ya hablar del “evento principal” y por tanto de los componentes y equipos demostrados en espacios dedicados tanto en los diferentes “Halle” como, sobre todo en los dos pisos superiores. ¿Qué decir? Para empezar, que marcas como Bowers & Wilkins regresaron a Múnich después de una larga ausencia. ¿Motivo? Su incorporación al “portafolio” de Sound United, lo que significa que los productos de la legendaria compañía inglesa compartieron espacio con Marantz (que presentó un par de primicias mundiales en amplificación integrada y lectura de CD’s), Polk Audio, Classé y Definitive Technology –también con Rotel pese a no pertenecer a Sound United- en lo que a exposición se refiere aunque en la sala de audición que había justo detrás el protagonismo fue para la nueva Serie 800 D4 de Bowers & Wilkins en compañía de electrónicas Classé y un giradiscos de la alemana Dr. Feickert (modelo Blackbird para ser exactos). Otro espacio “importante” fue, como cada año, el de Audio Reference, uno de los importadores de componentes audiovisuales de altos vuelos más potentes de Alemania. Aquí el protagonismo lo tenían dos sistemas –estereofónicos, por supuesto- basados en las exquisitas cajas acústicas ALEXX V de Wilson Audio, uno de ellos “propulsado” por lo último –preamplificador Relentless incluido- de D’Agostino Master Audio Systems y otro –que, por cierto, no iba al 100% porque algo fallaba- por la élite de VTL. Sonido de buen nivel pero muy por debajo de lo que debería, lo que, como ya he comentado anteriormente, es un “clásico” del evento muniqués. Una marca nueva en la sala de Audio Reference fue la estadounidense Perlisten, apoyada por el “boss” de THX –Steve Martz- para explicar las bondades del THX Dominus, un nuevo estándar para la reproducción sonido multicanal por el que el fabricante de cajas acústicas estadounidense ha apostado de forma pionera en los modelos de su Serie S.

Volviendo con Wilson Audio, bien está saber que el conjunto –espectacular en su aspecto y su precio- formato por electrónicas y fuentes –con un nuevo y carísimo giradiscos incluido- de Nagra fue con toda seguridad el más fotografiado en este High End 2022. Por cierto: la firma helvética ha editado un espléndido doble LP de 45 rpm y una cinta de carrete abierto con grabaciones de jazz clásico para celebrar su 70º aniversario. En este caso, las cajas acústicas eran las monumentales –nunca las había visto- Chronosonic XVX, cuyos mecanismos de ajuste de la fase son una verdadera preciosidad, acompañadas por un subwoofer activo de la propia Wilson Audio. ¿El sonido? Fantástica la tímbrica pero muy mejorable la presentación global como consecuencia del bajo nivel de presión sonora y el “software” –por lo menos las dos veces que fui- elegido para las demostraciones. Y ya para finalizar el periplo “wilsoniano”, señalemos la presencia de una tercera pareja de ALEXX V, concretamente en la sala de la británica dCS y como en los últimos años, atacada por electrónica de D’Agostino. Cambiando de tercio, me gustaría señalar el pésimo –para mi gusto- sonido del “supersistema” formado por electrónicas de  la suiza soulution y cajas acústicas de la estadounidense Magico: una lección de libro de texto sobre “sinergia inversa”. Por el contrario, dos equipos cuyo sonido me gustó mucho fueron los protagonizados por las soberbias electrónicas de nuestra compatriota Wadax, aunque más el completado con cajas acústicas Kharma que el acompañado por la élite de Wilson Benesch, aunque ya se sabe que para gustos, colores. Las opulentas y sofisticadas creaciones de Javier Guadalajara –un hombre con talento y perseverancia, justo es reconocerlo- también se dejaron ver en la gran sala de Avantgarde, aunque en este caso el sonido me gustó menos. Y es que a pesar de su innegable –las he podido escuchar con la debida calma en un espacio doméstico acorde con sus exigencias- musicalidad, las muy sofisticadas bocinas circulares de la reputada firma alemana se las traen a la hora de buscar una electrónica con la que realmente encajen. Eché de menos las fabulosas electrónicas de la estadounidense Constellation, en mi opinión el “heredero espiritual” de la mítica y recordada Cello, y me gustó mucho el sonido de los sistemas protagonizadas por cajas acústicas de Marten, Estelon, YG Acoustics, MBL, Rockport Technologies –magníficamente atacadas por las sofisticadas y carísimas electrónicas de la suiza CH Precision- y Raidho Acoustics, mientras que el de la gran sala ocupada por un imponente conjunto –giradiscos incluido- firmado por Mark Levinson –que este año celebra por tordo lo alto su 50º aniversario- y JBL pecó, en mi opinión, de agresivo, cosa que por otro lado también se puede decir del precioso, aunque algo necesitado de espacio, equipo con el que Focal y Naim celebraron el 10º cumpleaños de su asociación. Tampoco los sistemas propuestos por las muy alemanas Burmester y T+A estuvieron a la altura de lo que cabría esperar, pero la verdad es que no ha habido ningún año –por lo menos que yo recuerde- en el que lo hayan estado… de nuevo, “su majestad la sinergia” aunque también es posible que la particular estética sonora de cierto material germano tenga bastante que ver. En cuanto a los productos “en pasivo”, es decir mostrados aunque no demostrados, hay que destacar las formidables cajas acústicas Gaia de la tan legendaria como elitista firma suiza Goldmund… ¡450.000 euros la pareja que encajan de coña para formar un sistema de 13.2 canales”

En Múnich hubo, por supuesto, material “friki” con mayúsculas en abundancia, siendo en mi opinión el premio gordo al respecto para los alucinantes –en todos los sentidos- grabadores de carrete abierto de Kostas Metaxas –cuyas electrónicas fueron importadas hace ya unos 30 años para España por el desaparecido importador mallorquín Audio Crisel- seguidos por las originalísimas cajas acústicas Naked –el nombre lo dice todo- de la italiana IO Design, el innovador giradiscos AP-0 de la japonesa Yukiseitmitsu Audio y las columnas Concept 50 de la británica Monitor Audio, que este año celebra se primer medio siglo de vida. Sobra decir que el disco de vinilo campó –a destacar el Grandioso T1 creado por la tokiota Esoteric para celebrar el 35º aniversario de su fundación y la refinadísima cápsula fonocaptora MC Diamond de Ortofon- por sus respetos hasta dejar en un segundo plano el audio digital. Cierto que eché en falta los ingeniosos Kronos y los hipercautivadores “pepinos gordos” de la japonesa TechDAS, pero ahí estaban nombres consagrados como la “superventas” Pro-Ject, la inmortal Thorens o la jovencísima – en este sector- Cambridge Audio. No se trata de un anacronismo, aunque lo parezca, por cuanto la firme apuesta por el disco de vinilo ha sido una constante en el certamen High End y lo cierto es que ahora tal apuesta corre paralela con un renacimiento tan inesperado como sostenido.

Como dicen los anglosajones, “last but not least”, voy a finalizar mi crónica muniquesa con un apartado dedicado a la gran aportación “Made in Spain” –con permiso de la citada y ya consolidada Wadax- a la edición de este año: las monumentales cajas acústicas LM1 de la granadina Lorenzo Audio Labs. Como digo muy a menudo, me gusta situar el texto en su contexto y he decir que las LM1 son en cierto modo unas “viejas conocidas” para mí, porque a finales de marzo de 2021 fui a Granada –nunca había estado allí- para conocer de cerca a Miguel Lorenzo –de ahí el nombre de las cajas en cuestión-. Pues bien: había en su sala de escucha, situada en la espaciosa buhardilla de su casa, una pareja en LM1 plenamente operativas por cuanto la idea era presentarlas en Múnich ese mismo año -aunque en esas fechas ya se conocía la cancelación-. Las escuché, apoyadas por material en consonancia, con la debida calma y me gustaron mucho. Aún así, mi anfitrión me dejó muy claro que debido a la nueva “prórroga forzosa” iba a introducir nuevos refinamientos hasta llegar a estas “LM1 circa 2022” presentadas en el M.O.C. conjuntamente con los exclusivos cables de la danesa ZenSati y una generosa representación de electrónicas de la griega Ypsilon (con mención especial para los opulentos bloques de potencia monofónicos SET 100 Utimate). Son las LM1 unas cajas acústicas con una estética muy al gusto de los orientales, tanto de Oriente Medio como de Extremo Oriente, y por tanto de corte eminentemente clásico. Tanto la construcción física –recinto de 61 mm de grosor formado por planchas de contrachapado fenólico de abedul de 40 y 21 mm de grosor y capa de elastómero entre las mismas- como los acabados son de altísimo nivel. En lo que concierne a la parte electroacústica, lo que tenemos es un sistema bass-reflex –con doble puerto posterior- de 4 vías y 4 altavoces con filtro divisor de frecuencias con respuesta en fase optimizada cuyas particularidades encontrarán en https://lorenzoaudiolabs.com/lm1-model/. Diseñadas conjuntamente por un equipo liderado por Miguel Lorenzo Castro y Josep Mª Gallart, de la LM1 hay que destacar muy especialmente que son el fruto de un trabajo conjunto en el que todos los detalles son tenidos en cuenta hasta niveles que bordean la locura, y su sonido es fruto de cientos de horas de escucha y ajuste fino a oído. Les voy a ser muy sincero: creo que las Lorenzo LM1 no sólo gustaron sino que también triunfaron, hubo momentos en los que no se podía entrar, incluso con gente haciendo cola en el exterior. La sala contaba con unas dimensiones que permitieron disfrutar un sonido generoso en amplitud. Altura y profundidad y lidiar de este modo con potenciales asperezas acústicas. De particularmente notable hay que calificar la “domesticación” –vía componentes de la circuitería de filtrado- del altavoz de medios/agudos con carga por bocina que además de proporcionar un realismo brutal a las voces manteniendo en todo momento la precisión tonal, contribuye de manera muy eficaz a la expansión de la escena sonora. La recreación holográfica de la interpretación original estaba allí, tanto si se trataba del rock atemporal de los Eagles como de la divina “Carmen Fantasy” de Pablo Sarasate. La LM1 es, que nadie le quepa la menor duda al respecto, una caja acústica que revaloriza la música en todas sus facetas. Sin lugar a dudas, un magnífico trabajo que realmente logra marcar la diferencia.

A modo de conclusión

Munich High End 2022 no ha estado mal… en realidad nada mal. Se ha podido celebrar y además en condiciones, lo que a la vista de lo acontecido desde marzo de 2020 no es poco. Por lo demás, estoy firmemente convencido de que las ausencias y cambios experimentados por esta edición como consecuencia de las restricciones y los temores que despierta la Covid-19 tendrán su debida corrección en 2023. De ahí que me despida de ustedes deseando una larga vida al High End y a la música, su “raison d’être”.

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